Hay algo que los americanos han dado en llamar energía vampírica y que describe bastante bien un problema que todos tenemos en casa y que puede que ni sepamos. Es cierto que hay un vampiro suelto. Ya estés en casa, en el trabajo o fuera de la ciudad, este vampiro te puede dar un buen bocado en la cartera y dañar el medioambiente. Sin embargo, no es necesario de cerrar la casa con puertas blindadas y llenarla de ajos.
Este vampiro trabaja por entero en los enchufes eléctricos de la casa y dejar fuera de combate al monstruo puede ser tan sencillo como desenchufar estas conexiones. El problema en cuestión se llama energía vampíríca y está relacionado con la energía residual que se va consumiendo cuando realmente no la estamos utilizando. El término se refiere a la electricidad que muchos aparatos y dispositivos gastan solamente por estar enchufados (incluso si están apagados).
Después de todo, ¿Qué piensas que hace el cargador de tu teléfono móvil todo el día mientras está enchufado a la pared? Si está caliente cuando llegas a casa, es que ha estado utilizando electricidad – incluso si no tiene nada que cargar.
De forma individual, el cargador eléctrico de tu cepillo de dientes no saturará la planta de energía de tu zona, pero silo miramos en perspectiva la cosa cambia mucho. Este tipo de energía residual que consumimos sin darnos cuenta, le cuesta a los consumidores millones de euros y dólares al año en cualquier país que funcione con electricidad.
Con el paso del tiempo, muchos microondas y televisiones realmente consumen más electricidad durante las horas que no están en uso que el tiempo que se usan para calentar la comida o ver nuestro programa favorito. ¿Cómo combatir este consumo inútil de energía que nos eleva la factura de la luz un buen pico todos los años? Primero veamos como se produce esta pérdida de energía y luego como veremos como detenerlo de una vez por todas.
Para hacer un promedio de cómo se consume electricidad en los hogares, se puede decir que un 25 por ciento de la electricidad ocurre cuando los productos están apagados. ¿Se utiliza esta energía para algo? ¿Perjudican estos aparatos electrónicos al medioambiente? Los puntos más comunes donde se producen estas fugas de electricidad no deseadas son los siguientes:
- Como se ha comentado antes, un aparato de carga (como el de un teléfono móvil), constantemente suministra de una carga, incluso cuando las baterías están totalmente cargadas o si no hay nada enchufado. Muchos adaptadores de corriente alterna, malgastan hasta un cincuenta por ciento de la energía que usan.
- Los aparatos suministran energía a una pantalla (de un reloj o aparato con dígitos que se muestran), son también un motivo para esta energía que se pierde. En algunos casos, la energía usada está justificada. Por ejemplo, tu frigorífico necesita monitorizar los niveles de temperatura para que funcione en los momentos adecuados. Sin embargo, cuando se trata de un televisor o radio, nada justifica que haya una constante afluencia de energía para que veamos un reloj encendido o una luz para que un mando active el aparato.
- Un aparato nunca se apaga del todo para que pueda ser utilizado en cualquier momento. Muchas impresoras se quedan en un modo parcialmente encendido y esperando a recibir señales de ordenadores que están conectados. Incluso antes de coger tu mando remoto, la televisión ya está usando electricidad para proporcionar energía al sensor que recibirá la señal.
Este tipo de energía residual desperdiciada ha estado en aumento durante la pasada década, gracias a los adaptadores recargables, redes de ordenadores y dispositivos con funciones para dejar los equipos en standby. Aunque puede que no sea una cantidad significativa, si vemos lo que nos hemos gastado adicionalmente al año por este motivo, puede que lo pensáramos dos veces antes de dejar ciertas cosas encendidas.
Aparte de ser un gasto extra para nuestros bolsillos, esta energía residual también es un coste para el medioambiente. Las plantas de energía producen dióxido de carbono, algo que causa un calentamiento global. Por tanto, este consumo vampíríco de energía se traduce en más emisiones de carbono.
¿Quieres saber como evitar este inútil gasto de electricidad, ayudar al medioambiente y de paso ahorrar dinero en la factura de la luz?
Trucos para ahorrar electricidad
Afortunadamente, la batalla contra este consumo innecesario de energía se puede hacer con dos sencillas tácticas: Hay que identificar qué dispositivos electrónicos son los que los que siguen usando electricidad cuando no están en uso, y reemplazar estos objetos electrónicos con dispositivos de energía eficiente.
También podemos desenchufarlos de las tomas de energía cuando no estemos usando estos aparatos. Realmente, esta última opción es bastante simple y efectiva: Si no estás usando un dispositivo eléctrico, desenchúfalo – es el mejor método para luchar contra este pequeño drenaje de energía residual.
Se puede dar este paso de una forma más sencilla con unos enchufes con interruptor. Esto nos da mucha más comodidad a la hora de apagar varios aparatos a la vez y no tener que preocuparnos.
Una cierta cantidad de energía en uso es inevitable, especialmente con ciertos elementos o dispositivos que no podemos apagar (por ejemplo un refrigerador). Pero esto no significa que este derroche de electricidad no pueda dejarse a un mínimo. Muchos dispositivos electrónicos gastan energía cuando están en modo standby al no estar muy bien diseñados.
Es por tanto importante indagar un poco cuando compramos uno de estos dispositivos, y debemos pedir una garantía de que tiene un bajo consumo de cuando no está en funcionamiento.
Todo el mundo sabe que ciertos dispositivos electrónicos consumen energía incluso cuando están apagados, pero también hay un número de aparatos diseñados para ayudar a cortar este consumo innecesario, o al menos reducirlo. Hay equipos que nos ayudan a medir el consumo que está haciendo nuestros dispositivos en casa. Otros productos llevan esta protección contra el gasto a un nuevo nivel.
El “Watt Stopper” de la compañía Legrand combina un protector de sobretensión con un detector de movimiento. El protector consiste de un enchufe con seis tomas que se apagan cuando no hay movimiento en la habitación por un cierto periodo de tiempo. Dos de los enchufes siguen permaneciendo activados. Solamente tenemos que enchufar los aparatos sospechosos de consumir energía residual a los enchufes que se apagan.
Otros protectores realizan algo similar que ciertos elementos en nuestro ordenador. Si no estás usando el ordenador, ¿Por qué dejar que la electricidad vaya a los altavoces, la impresora o a otros accesorios? El llamado enchufe inteligente te deja configurar un dispositivo como “principal” y dejar otros dispositivos como “esclavos”. Si el dispositivo principal está apagado o en modo standby, entonces los enchufes esclavos no reciben ninguna energía.
Todas estas estrategias parecen inútiles contra los millones de euros y dólares que se gastan en gastos innecesarios de energía cada año. Sin embargo, ya hay mucha gente que está tomando medidas y considera esto un problema serio, por lo que ya se está solucionando poco a poco. Si cada vez más gente pusiera solución a este gasto, una gran cantidad de energía y recursos se podrían usar de mejor manera.