Imagínate la situación. Estás en un parque de atracciones. El olor de las nubes de algodón y las manzanas de caramelo te hace la boca agua. Hay cientos de personas a tu alrededor con caras de felicidad pasándoselo estupendamente. Llega la hora de comer y comienzas a buscar un restaurante en el parque.
Mientras tanto, comienzas a escuchar unos tambores parecidos a las de algunas tribus africanas que has visto en documentales. Oyes también sonidos de pájaros exóticos y de otros animales. Según vas andando lo oyes ya muy cerca de ti pero no sabes de donde viene.
Levantas la vista y te das cuenta de que el sonido viene de un altavoz camuflado, donde solo se puede ver una esquina del aparato. Cerca de ti hay otro de estos altavoces escondidos del que sale un sonido imitando a un río. Te das cuenta del sistema que han puesto para reproducir todos estos sonidos y piensas lo bien que se lo han montado.
Sin embargo, te das cuenta de que deben ser caros y están en exteriores. ¿Qué ocurre si empieza a llover? ¿Qué ocurre con el calor del verano y el frío del invierno? ¿Cómo funcionan tan bien a pesar de las inclemencias del tiempo?
Lo cierto es que en los últimos años se ha tenido en cuenta que muchos de los dispositivos que usamos, tienen que estar en exteriores y expuestos a los cambios de tiempo. Para ello se han hecho muchos avances en ciertos materiales para poder resistirlo. En el caso de los altavoces exteriores, no son muy diferentes a los que puedes tener en casa, aunque tiene ciertos cambios. El trabajo de un altavoz es coger señales eléctricas y convertirlas en energía mecánica que crea variaciones en el aire que podemos escuchar.
De todos modos, hay una cierta confusión en este tipo de altavoces. Están los que son resistentes a las inclemencias del tiempo y los que son resistentes al agua. Son dos modelos diferentes. El primer tipo está hecho para aguantar cualquier elemento externo, que puede ser lluvia, nieve, granizo, mucho calor, frío, etc. Aguantan buen la humedad y la exposición al agua, aunque no están diseñados para meterlos dentro del agua. Si se tiene que instalar altavoces dentro de una piscina por ejemplo, se necesitan otro tipo de altavoces.
Los que se usa para que sean resistentes a las inclemencias al tiempo es el material que se usa. Se modifican elementos internos y externos del altavoz. Algunos de ellos son acero inoxidable o aluminio. La caja del propio dispositivo debe ser fuerte para proteger a todos los componentes internos. Un acabado de polipropileno puede ser utilizado para resistir las temperaturas y los movimientos bruscos. Finalmente se puede sellar todo con teflón para impedir que entre el agua.
Este tipo de altavoces pasar por una serie de pruebas para ver si realmente son resistentes. Son pruebas que van desde exponerlos a altas temperaturas a echarles sal y otros elementos que podrían dañarlos. Como debes saber, los cambios de frío y de calor pueden expandir y contraer los materiales. Esto es algo que los fabricantes también tienen que probar. Al exponerlos a temperaturas extremas, comprueban después los daños resultantes.
También se hacen pruebas para ver como funcionan con el paso del tiempo. Mediante ciertos procedimientos, se simula como sonarán cuando haya pasado un periodo de varios años.
La instalación de estos elementos se ha hecho siempre usando conexiones cableadas. Se suelen montar en tejados, en esquinas de patio y en otros sitios exteriores parecidos. Instalarlos y cablearlos no es demasiado difícil, aunque a mucha gente no le gusta la idea de taladran y tirar cables por la parte externa de una casa. De todos modos, si lo hacen expertos, los cables pueden quedar bien disimulados.