Las baterías nucleares funcionan mediante los continuos restos radioactivos de ciertos elementos. Estas increíbles baterías de larga duración están todavía en desarrollo y están basadas en teorías, pero prometen proveer de una energía duradera, limpia y segura. Se están diseñando para el uso personal de las personas como también para otras cosas, como trabajos de ingeniería, aeronáutico y temas médicos.
La producción de electricidad por medio de las baterías nucleares se hace posible gracias al proceso hecho por los llamados betavoltáicos. Por medio de esta tecnología, los electrones que los isótopos radioactivos normalmente pierden debido al desgaste, pueden ser recogidos y direccionados en un flujo eléctrico.
Un semiconductor, posiblemente hecho de silicona, coge los electrones que fluyen y los redirige en una sólida fuente de energía. Incluso una pequeña cantidad de material radioactivo puede proveer de una carga por un largo periodo de tiempo antes de que se acabe. Algunas personas quieren desarrollar baterías nucleares para solucionar la problemática de teléfonos móviles quedándose sin batería en el peor momento. Sin embargo, otros investigadores ven el potencial de estas baterías para hacer funcionar cosas en situaciones donde la batería realmente tiene que durar más porque no hay manera de reemplazarlas. Algunas sugerencias son los marcapasos, ciertos detectores que se echan al mar o se insertan en estructuras, etc.
Una aplicación de estas baterías nucleares tiene su atención en viajes espaciales, donde una serie de estas baterías podrían hacer funcionar las naves durante cientos de años. De todos modos, no debemos asustarnos por la palabra “nuclear”, ya que no se trata de acercarnos a un diminuto reactor nuclear.
De hecho, Una vez que estén ajustados como deben, pueden ser mucho más seguros que las baterías químicas que se suelen utilizar. Los elementos radioactivos son bastante raros, los cuales sería distribuidos por el semiconductor y bien aislados. Al contrario de las baterías alcalinas, una batería nuclear no caería víctima de la corrosión.
Los científicos todavía están trabajando en los pequeños detalles de las baterías nucleares antes de que se empiecen a utilizar en todas partes y de forma global. Por supuesto, de momento son teorías el que los restos radioactivos de algunos elementos pueden proveer de una energía de bajo costa, y también se ven posibles problemas obteniendo una corriente que sea fuerte y eficiente.
Uno de los últimos desarrollos en este sentido es usar obleas de silicona con una superficie grande, la cual se acompaña de pistas en el semiconductor. Esto parece que captura más electrones y potencia la salida eléctrica de una forma adecuada y como se espera.