En estos tiempos, puede que ya nos resulte algo incómodo conectar algo a nuestro ordenador (como por ejemplo una cámara digital) para transferir información. Las cámaras Wifi, las cuales llevan entre nosotros por solo unos pocos años, están destinadas para solventar esto haciendo posible transferir fotos de de forma inalámbrica de una cámara digital a un sitio Web o a un ordenador.
Esto significa que también puedes hacer cosas como enviar fotos por correo electrónico de tu último viaje estando todavía de vacaciones, o coger fotos directamente de tu cámara y editarlas rápidamente si eres un periodista.
Al igual que las cámaras sin las funciones inalámbricas, la elección de la cámara que puedes comprar dependerá de cómo planees usarla. Las cámaras Wifi pueden valer algo más que las cámaras digitales que usan cables para transferir las fotos, aunque recientemente hay alternativas interesantes en esta modalidad de cámaras inalámbricas.
Una tarjeta SD con Wifi habilitada, puede hacer que muchas cámaras consigan tener funciones inalámbricas por un bajo coste. Este tipo de tarjetas tienen una antena Wifi incorporada en su interior, lo cual les permite ofrecer básicamente las mismas funciones que una cámara Wifi comprada en una tienda, aunque no tienen un interfaz de pantalla si la cámara no lo soporta directamente.
Con esta tarjeta SD, la configuras en el ordenador y luego la pones en la cámara digital, donde automáticamente se podrán empezar a descargar las fotos al ordenador o sitio Web siempre que detecte una red Wifi compatible. La diferencia entre una cámara wifi y las tarjetas SD es bastante obvia.
Las cámaras Wifi ya están construidas para usar las funciones inalámbricas, mientras que las tarjetas son en el fondo tarjetas de memoria adicionales. Ambas requieren un breve proceso de configuración y ofrecen la misma funcionalidad básica.
Si estás preocupado de que la simplicidad de tener una cámara Wifi puede afectar a la calidad de la imagen, hay ciertas cosas que debemos saber. En ciertos modelos cámaras wifi, especialmente las primeras, las transferencias de fotos pueden ser de menor resolución que cuando están almacenadas en la cámara.
Las fotos de alta calidad permanecen en la cámara, por lo que todavía pueden ser transferidas por medio de una conexión con cable cuando se tenga ocasión. Sin embargo, no tendremos este problema con los modelos más nuevos. Por lo tanto, una vez que tengas en tus manos tu cámara wifi, tendrás que configurar las funciones básicas, las automáticas y el sitio donde estás planeando subir las fotos.
Funcionamiento cámara Wifi y como usarla
La configuración de una cámara wifi puede depender del fabricante de la cámara en si. Dos pasos existen en todos los modelos de cámara wifi, y son configurar el acceso al wifi que tienes en casa y configurar la localización donde quieres enviar las fotos. La mayoría de este tipo de cámaras te guiarán a través del proceso en las instrucciones de la propia pantalla.
Ciertas cámaras tienen sitios Web donde compartir las fotos las cuales ya están puestas en marcha, lo cual significa que solo tienes que conectarte a Internet y registrarte con un nombre de usuario y una contraseña, y ya lo tendrás disponible. Otras puede que requieran que primero conectes la cámara al ordenador, donde tiene que configurar algunas conexiones usando el teclado en lugar de los controles que tiene la propia cámara.
También se hace de esta manera en las tarjetas SD habilitadas para wifi, mencionadas en el artículo anterior, pero primero conectando la tarjeta a tu ordenador antes de insertarla en la cámara.
Tu cámara wifi debería tener un conmutador para habilitar la función de red wifi local, lo cual le da a la cámara acceso a la red y permite que puedas enviar fotos a donde tú quieras. Diferentes cámaras se comportarán de forma distinta dependiendo de sus propias funciones y de cómo las configures. Algunas requerirán solamente apretar un botón para subir las fotos a donde queramos, mientras que otras lo harán de forma automática cuando detecten un punto de conexión wifi.
Es importante saber también que algunos accesos públicos wifi requieren que primero nos registremos o aceptemos sus términos de servicio, por lo que puede que necesites aceptar estos términos o teclear la contraseña de tu cuenta antes de subir las fotos. Si estás usando una tarjeta SD en una situación como esta, primero tendrás que configurar las contraseñas de las redes a las que vas a acceder mientras instalas la tarjeta en el ordenador.
De esta manera te conectarás automáticamente cuando localizar una red wifi con permisos de acceso.
Por el momento, las cámaras con funcionalidades wifi incluyen un cable USB por lo que lo puedes conectar a tu ordenador sin problemas, si es al manera que elijes para hacerlo. Igualmente, la mayoría de las cámaras todavía usan una tarjeta de memoria para almacenamiento, por lo que los lectores de tarjeta continuarán siendo útiles y necesarios para una conexión directa al ordenador.
Puede que tu cámara venga con un CD con programas para editar fotografías o una configuración inicial de la propia cámara. No todas vienen con este software, ni es generalmente requerido a no ser que tu cámara necesite comunicarse con tu ordenador para configurar el wifi antes de que lo puedas usar. Puede sonar como mucho trabajo poner en marcha una cámara con funcionalidad wifi, por lo que veremos los beneficios e inconvenientes de este tipo de cámara.
El beneficio de tener equipos sin cables es muchas veces suficiente para muchos. Sin embargo, las cámaras wifi también vienen con inconvenientes aparte de los beneficios. Según la tecnología sigue evolucionando, muchas cosas serán descartadas y nuevas funciones introducidas. El poder subir archivos con solo pulsar un botón puede que sea el mayor beneficio en una cámara wifi, aunque otros beneficios son:
- Un rápido acceso al almacenamiento
- La posibilidad de compartir de compartir álbumes y fotos en un solo paso en lugar de varios
- La posibilidad de configurar la cámara para que borre las fotos según son transferidas al ordenador o un sitio Web, lo cual nos evita tener que preocuparnos de que la tarjeta SD se llene.
Todas estas funciones vienen con un coste. Por ejemplo, las cámaras wifi son todavía poco fiables cuando se trata de mantener la batería cuando estamos conectados a Internet. Al igual que otros dispositivos electrónicos portátiles, esta parte todavía no está del todo perfeccionada, y nos puede dejar sin baterías en las circunstancias más impredecibles. Otro inconveniente es el hecho de que las cámaras wifi necesitan un sitio para conectarse para subir las fotos.
Mientras que ya hay muchos sitios que tienen redes wifi (algunas gratuitas y otras de pago), todavía no están extendidas por todo el territorio (dependiendo del país en el que vivas). También es cierto que no todas estas redes son fiables, por lo que puede ocurrir que las fotos no se suban correctamente.
También esta el tema de la privacidad y la encriptación. Algunos servicios para compartir fotos son abiertos y están disponibles públicamente. Aunque es poco probable de que alguien accidentalmente va a acceder a las fotos de tus últimas vacaciones, es algo posible. Esto es más cierto cuando estás utilizando una conexión pública, como por ejemplo una cafetería o local con wifi, donde la privacidad no está garantizada. Algunas cámaras wifi ofrecen opciones de encriptación para las subidas de archivos durante el proceso inicial de configuración.
Hay también un problema en el interfaz entre el usuario y la propia cámara. Al estar la tecnología de pantallas táctiles cada vez más perfeccionadas y ganando en popularidad, este problema está disminuyendo, pero por ahora es algo complicado andar metiendo claves y textos sin un teclado. Algunas cámaras ya ofrecen teclados en la propia pantalla, mientras que otros lo resuelven con combinaciones de botones. Aunque las cámaras con wifi habilitado todavía han llegado a su apogeo, muchos expertos creen que inevitablemente serán algo muy común en el futuro.