Hubo un tiempo hace relativamente pocos años donde nos podíamos escapar de situaciones estresantes de trabajo simplemente yendo a casa o a cualquier parte donde estuviéramos relajados. La telefonía móvil no se había generalizado en todos los sectores y tampoco Internet era una cosa que estaba totalmente extendida. Básicamente no era tan fácil localizar a una persona si no era mediante un teléfono fijo o en todo caso enviando un mensaje a su “busca”, si es que lo llevaba (eran pequeños dispositivos con pantalla que recibían mensajes cortos de texto).
Sin embargo, hoy en día estando en la era de Internet y todo tipo de dispositivos móviles, estamos localizables donde sea y cuando sea, y escaparse resulta más difícil. Independientemente de que la idea de una oficina móvil te guste o deprima, no se puede negar que la tecnología de comunicaciones móviles ha mejorado la productividad de una forma increíble. El uso de portátiles, iPhones, tablets y una larga lista de dispositivos, nos permite estar más conectados con nuestro trabajo, amigos y familiares.
Con la mejora de las redes y los dispositivos de red que lo componen, podemos conectarnos prácticamente desde cualquier sitio. Esto combinado con la mejora en los dispositivos móviles y las aplicaciones que tiene, hace que tengamos unas herramientas disponibles donde sea y cuando sea. Podemos estar esperando en la consulta del médico y mientras tanto preparar un documento importante para una reunión. Se pueden contestar correos electrónicos mientras estamos en la terraza de un bar. Podemos organizar una videoconferencia mientras estamos de vacaciones en la playa, y muchas cosas más.
El beneficio de los negocios en la tecnología móvil es algo que las grandes compañías tienen muy en cuenta. Los negocios son uno de los mercados que más están creciendo en este topo de tecnología. Esto se ha podido comprobar en los últimos años, y la predicción para los siguientes años es realmente espectacular. Según los dispositivos móviles se hacen más robustos y las redes móviles más eficientes, hay pocas cosas que no se puedan hacer de forma móvil. Un ejemplo de estos avances es la velocidad que nos ofrecen las redes 4G.
Las posibilidades que da esta flexibilidad en cualquier tipo de negocio es algo que no se ha tenido antes. Un agente financiero puede actualizar sus operaciones mientras está de viaje por carretera. Un abogado en un atasco de tráfico, puede estar en continuo contacto con sus clientes mientras les envía documentos para ir preparando los siguientes pasos a seguir. Un broker puede tranquilamente seguir el mercado y realizar operaciones estando de vacaciones en cualquier parte del mundo.
Incluso con todas estas ventajas, tantos dispositivos disponibles puede ser algo abrumador si no se está acostumbrado.
Tecnología de la comunicación y sus dispositivos
¿Qué tipos de tecnologías hay disponibles? Antes de salir a la calle a comprarte tu primer teléfono inteligente deberías sentarte y conocer lo que son cada una de las cosas que hay. Para empezar, puede que te suene el término “smartphone”, pero no tengas del todo claro lo que es. Un smartphone es un dispositivo móvil con funciones multimedia.
Suelen ser referidos como teléfonos inteligentes, y son reconocibles por tener un pequeño teclado y una pantalla grande. Aparte de hacer llamadas telefónicas, pueden navegar por Internet, enviar y recibir correos electrónicos, reproducir música y videos, ver fotos o incluso crear y editar documentos de varios tipos. Por supuesto, como cualquier teléfono móvil de hoy en día puede hacer fotos y grabar clips de video. Se puede decir que son pequeños ordenadores que podemos llevar en nuestro bolsillo.
Los nuevos smartphone funcionan actualmente con dos tecnologías, que son 3G y 4G. Esta última todavía está en fase de tomar el relevo del sistema 3G por lo que la mayoría de los teléfonos (dependiendo del país) sigue siendo de tercera generación. Estas tecnologías hacen referencia a la velocidad y ancho de banda mejorada que pueden proporcionar para el acceso a Internet. La meta de los investigadores es conseguir las mejores velocidades de subida y descarga en la red, y esto es lo que hace estos dispositivos tan importantes.
La mayoría de estos teléfonos llevan incorporado conectividad WiFi. Esta tecnología inalámbrica puede ser encontrada en prácticamente cualquier sitio hoy en día. A diferencia del acceso a Internet mediante 3G que puede requerir comprar un plan caro de acceso, WiFi sale más barato en este aspecto. El inconveniente es que hay que estar dentro del rango de un equipo que esté dando este servicio. Las redes 3G están disponibles en cualquier sitio desde el que puedes hacer una llamada telefónica.
Una función interesante de los smartphones en el mundo de los negocios es su habilidad de sincronizar datos con la red de la compañía. Cada vez que el dispositivo se conecta, realiza una comunicación inalámbrica con la oficina para verificar los emails, comprobar la agenda, descargarse parches de seguridad necesarios, etc. También funciona al revés. Si lees un correo en tu teléfono, se marcará como “leído” cuando vuelvas al ordenador de la oficina. Si se añade un nuevo contacto, quedará guardado en la red corporativa de la compañía.
Todo este sistema de sincronización y acceso requiere implementar una tecnología potente que pueda hacerlo todo de manera segura y fiable. Antes de que una compañía pueda dar dispositivos inteligentes con acceso a la red a sus empleados, deben instalar un servidor especial o contratar un servicio alojado en otra red. Estos servidores permiten a los empleados controlar el acceso a la red, codificar las retransmisiones inalámbricas y cargar cualquier software o parche que se necesite.
De todos modos, si lo que se busca la movilidad en el negocio, la transición más fácil es con un ordenador portátil. Los conoce todo el mundo, tienen las mismas funcionalidades que un ordenador de sobremesa, son cómodos de llevar a cualquier sitio y no se tienen que sincronizar tanto porque lo tiene casi todo en el disco duro. Los portátiles de hoy vienen con WiFi incorporado y pueden acceder a las redes 3G con dispositivos especiales que se conectan a alguno de sus puertos.
Si se quiere algo más ligero, podemos optar por un Tablet, que son portátiles más pequeños y fáciles de llevar. Aunque no tienen la misma potencia que un ordenador corriente, suelen poder manejar bien los programas más comunes que podemos encontrar en la oficina.
Por supuesto, muchas compañías (y empleados) prefieren los smartphone por su versatilidad y la comodidad de poderlos llevar en cualquier sitio. Son pequeños, potentes y caben en el bolsillo. Con las mejoras en diferentes tecnologías, cada vez tienen más capacidad para hacer cosas que solo podría hacer un ordenador. Hay muchos modelos de donde se puede elegir, y hasta los sistemas operativos cambian dependiendo del fabricante. Sea como sea, La oferta existente es extensa y por tanto hay que tomarse algo de tiempo para ver qué se adapta mejor a nosotros.