Todos sabemos los que cuesta pagar las facturas a final de mes, y si tenemos en cuenta las facturas fijas que nos vienen por consumo de sistemas de calor, refrigeración, energía eléctrica y otros medios, veremos que es un constante goteo de dinero que se filtra de nuestra cuenta corriente. Por supuesto, no podemos que sea malgastar ni tirar el dinero, ya que lo estamos usando para nuestra propia comodidad, pero ciertamente muchas de las facturas de final de mes que nos asustan un poco, vienen de los dispositivos electrónicos que tenemos en casa y que utilizamos habitualmente.
Echa un vistazo por ejemplo a tu televisor. Puede que te hayas comprado hace poco una de esos inmensos televisores con pantalla de plasma que requieren muchos vatios de energía para funcionar. Conectado al televisor puede que tengas una PlayStation, un DVD y otros aparatos comúnmente asociados. Te puedes imaginar que todo esto son cantidades que se suman a las facturas mensuales. Por suerte, los fabricantes de dispositivos electrónicos de este tipo están diseñando equipamiento y aparatos que se basan en la energía eficiente.
Los productos electrónicos de eficiencia energética no solo son buenos para tu cartera, sino que también ayudan al medioambiente. Mucha de la energía eléctrica que consumimos viene de fuentes que son contaminantes, como es la combustión del carbón. Incluso en plantas modernas para el proceso de carbón, el dióxido de carbono, y otros elementos expulsados a la atmósfera, se cuenta por toneladas.
Todos estos agentes químicos no solo dañan la capa de ozono sino que contribuyen a la lluvia ácida y el incremento de las enfermedades respiratorias en general. Por lo tanto, ¿qué podemos hacer para reducir esas facturas de consumo interno que nos vienen todos los meses y de paso limpiar el aire? ¿Hay recursos industriales y programas en marcha que nos digan qué productos son más eficientes? ¿Qué tipo de televisores, ordenadores y otros dispositivos electrónicos nos pueden ahorrar dinero?
Para empezar, podemos hablar de los televisores, que es un dispositivo que solemos tener encendido muchas horas al día, y además posiblemente tengamos más de uno en casa. Las pantallas de televisión cada vez son más grandes, finas y con una mayor resolución. Mientras que lo que pasa en la pantalla cada vez se ve mejor, los efectos en las facturas de la luz pueden también tener alguna subida no deseada. Los antiguos televisores CRT ya están siendo reemplazados por los modernos HDTV, y esto también es motivo de un incremento del consumo de energía.
Ya hay estudios que muestran como incluso los televisores HDTV de menor consumo, ya añaden un dinero extra al año a las facturas que pagamos. Los de pantalla gigante son los que más afectan a estar incremento económico para poder ver la televisión.
Por otro lado, diferentes tecnologías de televisión también consumen diferentes cantidades de electricidad. Las televisiones de plasma son por promedio, las menos eficientes tecnológicamente hablando. A continuación vienen las LCD, seguidas por los televisores de proyección y los CRT tradicionales. Pero incluso con estas categorías generales, hay muchos factores que pueden hacer que un televisor sea de gran consumo. Curiosamente, se considera que los más eficientes y los menos eficientes son los LCDs en ambos casos.
Aparte de la energía que usan mientras están encendidas, muchas de las televisiones de pantalla grande no se apagan del todo cuando damos al botón de apagado. Los fabricantes pensaron que a la gente no le gusta esperar demasiado para empezar a ver la televisión una vez que la encienden, por lo que la ponen en modo “durmiente” en lugar que esté completamente apagada.
Algunas requieren que tengas que pulsar un botón separad o desconectar el dispositivo del enchufe de red para que quede completamente apagado. Según los consumidores se están volviendo más conscientes del derroche de energía que pueden suponer estos aparatos, los fabricantes están respondiendo con diseños de energía eficiente. En algunos de estos diseños se están incluyendo grupos de sensores para optimizar la intensidad del brillo que despiden las pantallas.
Este tipo de televisores pueden detectar la relativa oscuridad o iluminación de la habitación y ajustar la luz que necesita para iluminar la pantalla. Aparte de esto, otros sensores pueden ajustar el brillo utilizado en ciertas escenas de lo que están poniendo (por ejemplo si la escena ocurre de día o de noche).
Otro sistema para televisores de energía eficiente se conoce como OLED (organic light-emitting diodes) y ofrece una manera incluso más eficiente para iluminar una pantalla grande de televisión. Con este sistema, la luz no administrada por una luz aparte, sino que lo hacen las moléculas individuales de cada píxel en la pantalla. De todos modos, si no tienes una de estas televisiones que reducen el consumo energético, hay varias cosas que puedes hacer para reducirlo tu mismo:
- Cuando no estés usando la televisión, apágala por completo (no la dejes con el diodo rojo encendido).
- Investiga si tu televisión tiene algún tipo de modo o estado para ahorrar energía.
- Deshabilita cualquier función que deje el televisor en un modo “standby” por defecto.
- Modifica manualmente la intensidad de la luz y contraste de la pantalla para que no esté a su mayor nivel.
- Es aconsejable ver la televisión en una habitación no demasiado iluminada. Esto mejora la claridad de la pantalla mientras que requiere menos iluminación interna del televisor.
¿Cómo es un ordenador de energía eficiente?
Incluso los ordenadores que más consumen, no suben mucho la factura a final de mes. Si tienes un ordenador de sobremesa y un monitor a plena potencia durante diez horas todos los días, añadirá poco dinero a la factura anual. Sin embargo, imagina que tienes un negocio con cientos de empleados. Ahora imagina todos esos ordenadores en una gran oficina, más todos lo servidores y unidades de almacenamiento en las salas dedicadas a ello.
No es de extrañar que todos estos ordenadores si gastan bastante energía, lo cual puede aumentar bastante la factura anual de una empresa o compañía. Los ordenadores también crean calor y hacen que el aire acondicionado tenga que trabajar mucho más para mantener la oficina refrigerada. Recientemente, varios fabricantes de ordenadores han introducido máquinas diseñadas para reducir los costes de energía de pequeñas y grandes compañías.
Dos de estos ordenadores es el llamado “Earth PC” y el “Earth Server”. Estos dos equipos vienen con un sistema de gestión de energía incorporado que mantiene las máquinas funcionando en modo espera todo el tiempo que pueden. También tienen unas fuentes de alimentación con un sistema especial que mantiene el equipo a una buena temperatura y reduce las facturas de aire acondicionado hasta un 30 por ciento en el proceso. Otro equipo de estas características es el Cranberry SC20, aunque no es exactamente un ordenador.
En lugar de eso, es algo entre un PC y lo que se conoce como clientes finos. Estos clientes son terminales de ordenador que pueden hacer funcionar todas sus aplicaciones de desde un servidor central. No tienen discos duros y no pueden hacer funcionar sus aplicaciones nativas. Se le suele llamar cliente fino por su forma delgada (del tamaño de una novela) aunque también se les conoce como “Clientes inteligentes”, por que tiene su propio software, ser controlado localmente e incluye puertos estándar para conectar cámaras digitales, altavoces y otros dispositivos.
Al residir las aplicaciones en Internet en lugar de en una máquina, es una forma de computación en nube. Solo consume unos 9 vatios, lo cual es mucho menos que un ordenador convencional.
Otro equipo que ya está disponible es el Mac Mini, el cual tiene una gran eficiencia energética. Es una pequeña caja cuadrada blanca con un DVD incorporado, y unos puertos para conexiones USB y dispositivos con Firewire. Tiene una fuente de alimentación externa y en su interior es como un ordenador portátil. Su funcionamiento es bastante silencioso y su consumo es de algo más de 20 vatios.
Hay otros dispositivos electrónicos, como por ejemplo los teléfonos móviles o iPods, que funcionan con baterías, y se nos suele olvidar que cargar y recargarlos añade costes a la factura de electricidad. Para estos dispositivos, hay empresas que están desarrollando maneras innovadoras para reducir la energía que consumen y que sean de energía eficiente también.
Uno de estos equipos es el “Eco”, que es un dispositivo de mano que puede ser cargado con música y videos por medio de una tarjeta de memoria. Lo que no es estándar en este dispositivo, es que puedes recargar la batería con una entrada en la parte trasera, y un minuto de carga da para 45 minutos de reproducir música. Una de las cosas que se están investigando son algunas energías alternativas para poder alimentar estos dispositivos electrónicos. Hace poco, se presentó un prototipo de teléfono móvil que podía funcionar con pequeña célula de hidrógeno. Esto podría ser una alternativa a las baterías de litio que se usan actualmente según sus creadores. El dispositivo puede ser cargado en tan solo diez minutos.
Una de las maneras más simples de cargar un teléfono móvil es ponerle un pequeño y adaptado panel solar. Varias compañías ya están vendiendo pequeños conjuntos de paneles solares que se pueden conectar directamente en los teléfonos móviles u otros dispositivos portátiles. Algunos de estos modelos permiten casi una hora de poder hablar con unas seis horas de exposición al sol.
La tecnología solar no se limita a los teléfonos móviles. También hay prototipos de PDA que vienen con una unidad sensora que se adapta a nuestra muñeca. Este sensor puede generar electricidad capturando la energía cinética de los movimientos naturales del brazo, como ya hace algunos relojes hoy en día.