Si tienes una cámara, puede que te interese saber el tipo de sistema autoenfoque que tiene. De entrada, si es una cámara barata del tipo apuntar y disparar o una cámara de un solo uso (cámaras desechables), es definitivamente una cámara de enfoque fijo, con ningún tipo de autoenfoque. Este tipo de lentes tiene el enfoque ya establecido de fábrica, y normalmente trabaja mejor teniendo el objeto al que estamos fotografiando a pocos metros (unos 3 metros).
Tampoco es conveniente acercarse demasiado con este tipo de autoenfoque prefijado. Cuando miras a través de una cámara con un autoenfoque ya establecido, no se suelen ver los corchetes cuadrados o círculos que podemos ver en las cámaras con autoenfoque. Sin embargo, si podrás ver una indicación que dice que el flash está preparado.
Las cámaras SLR con lentes intercambiables normalmente usan el sistema de autoenfoque pasivo. Las cámaras sin lentes intercambiables normalmente utilizan el sistema activo con infrarrojo, y puedes ver el emisor y el sensor enfrente de la cámara. Se puede hacer una comprobación rápida para saber el sistema de autoenfoque que tenemos en nuestra cámara, y hay que recordar que algunas cámaras fotográficas tienen ambos sistemas.
Lo primero que debemos hacer es salir al exterior (la prueba no es aconsejable dentro de una casa a través de una ventana) y apuntar la cámara en un área del cielo donde no haya nubes, líneas eléctricas u otra clase de obstáculos. Entonces debemos apretar el botón de disparar solo hasta la mitad.
Si consigues una indicación de enfoque ok, es un sistema activo. Si la indicación que recibimos es que el enfoque está “no ok”, es un sistema pasivo. El CCD no puede encontrar ningún contraste en el cielo azul, por lo que deja de intentar el enfoque.
¿Es el autoenfoque preciso y rápido? Es realmente cosa del la persona que está usando la cámara el determinar si el objeto está enfocado. La cámara simplemente da una ayuda para tomar una decisión. Las dos causas principales de imágenes borrosas tomadas con cámaras de autoenfoque son: ,enfocar erróneamente al fondo y mover la cámara mientras apretamos el botón de disparo al hacer la foto.
Nuestros ojos tienen un autoenfoque muy rápido. Intenta este simple experimento: Pon una mano enfrente de tu cara un enfoca tu vista en ella, y rápidamente mira hacia algo más allá de la mano a larga distancia.
El objeto distante se volverá claro en milisegundos mientras que nuestra mano se verá borrosa. Si miramos de nuevo a la mano ocurrirá lo contrario. Nuestra cámara no es no de cerca tan precisa y rápida, por lo que solemos tener que ayudar un poco.
El dueño de la cámara suele poder engañar el sistema de autoenfoque. Dos personas posando en el centro de la imagen podrían estar borrosas si el área de enfoque está en el medio de las dos personas (el área entre los corchetes o símbolos centrados en la imagen dependiendo de la cámara). ¿Por qué? El sistema de autoenfoque en la cámara está enfocando en el escenario que hay detrás al fondo de las dos personas, que es lo que la cámara “ve” entre dichas personas.
La solución es mover los objetos (en este caso las personas) del centro del autoenfoque y usar el bloqueador de enfoque de la cámara. Normalmente el bloqueador funciona soltando el botón de disparo parcialmente y sostenerlo mientras compones la imagen.
¿Cuándo usar el enfoque manual? El enfoque manual está todavía disponible en la mayoría de las cámaras SLR. Cuando tomamos una fotografía de un animal en el zoo que está en una jaula, el autoenfoque puede que enfoque en las barras de la jaula en lugar del animal.
Podemos usar el enfoque manual cuando tienes lentes con zoom en un sistema activo, y el objeto está a más de 7 metros. También cuando un sistema pasivo y el objeto tiene poco o ningún detalle, como por ejemplo una camisa blanca son corbata. Si el sistema es pasivo, se puede usar el enfoque manual si el objeto no está bien iluminado o está muy brillante.
Tabla de Contenido
Enfocar automáticamente con el autoenfoque
La cámara digital es un dispositivo fantástico y con una tecnología que nos permite hacer cosas impensables hace no demasiado tiempo, como por ejemplo olvidarnos de revelar nuestras fotografías o poder mandar imágenes al otro lado del mundo casi al instante. Por si sola, una de estas cámaras tiene diferentes aplicaciones que nos ayudan sin que nosotros apenas nos demos cuenta.
Una de estas ayudas que vienen incorporadas a nuestras cámaras digitales, es la posibilidad de enfocar nuestras imágenes de forma automática con el autoenfoque. Si te has preguntado como funciona este sistema, has venido al lugar adecuado porque lo explicaremos a continuación.
Cuando queremos enfocar automáticamente con nuestra cámara digital, el autoenfoque es algo que nos ahorra mucho tiempo, y la podemos encontrar de una forma y otra en nuestras cámaras hoy en día. En la mayoría de los casos, nos ayuda a mejorar la calidad de las fotografías que hacemos. Hay dos formas muy comunes de autoenfoque, ¿pero como determinar que tipo de de autoenfoque utiliza nuestra cámara.
Bueno, lo primero mes saber exactamente en lo que consiste el autoenfoque. Realmente lo podríamos llamar enfoque de energía, ya que usualmente usa un “ordenador” para hacer funcionar un motor en miniatura que enfoca las lentes para ti.
Enfocar es el movimiento de las lentes hacia adentro y afuera hasta conseguir la imagen más precisa y nítida posible de lo que estamos viendo con la cámara. Dependiendo de la distancia del objeto o a lo que estemos enfocando, las lentes deben estar a una cierta distancia para poder formar una imagen clara. En muchas cámaras modernas, el autoenfoque es una de los elementos incluidos en las funciones automáticas que trabajan juntas para conseguir una toma de la imagen de la forma más fácil posible. Estas funciones incluyen: El flash automático, la exposición automática y el avance de film automático.
Como se ha comentado, hay dos tipos de autoenfoque: activo y pasivo. Algunas cámaras tienen una combinación de ambas, dependiendo del precio de la cámara. En general, las cámaras más baratas apuntar y hacer la foto, usan un sistema activo, mientras que las que son más caras y que tienen lentes intercambiables usan sistemas pasivos.
En la siguiente parte del artículo veremos como es el funcionamiento del sistema activo de enfoque.
El enfoque activo en las cámaras
En los años ochenta, la corporación Polaroid uso una forma de navegación de sonido al igual que lo hace un submarino bajo el agua, para poder hacer rebotar una onda de sonido de un objeto. La cámara Polaroid usaba un emisor de ultra frecuencia de sonido y entonces se quedaba a la escucha del eco.
Los antiguos modelos de Polaroid calculaban la cantidad de tiempo que llevaba para la onda del sonido reflectado, llegar hasta la cámara y entonces ajustaba la posición de las lentes de forma acorde. El uso de sonido tiene sus limitaciones – por ejemplo, si tratas de tomar una foto dentro de un autobús con las ventanas cerradas, las ondas de sonido rebotarán en la ventana en lugar del objeto, y las lentes enfocarán incorrectamente.
Este sistema de Polaroid es un clásico sistema activo. Se llama “activo” porque la cámara emite algo (en este caso ondas de sonido) para poder detectar la distancia del objeto a la cámara. El autoenfoque en las cámaras de hoy en día usa una señal infrarroja en lugar de ondas de sonido, y es ideal para objetos que están en un área de unos 10 metros de la cámara más o menos.
Los sistemas infrarrojos usan una variedad de técnicas para poder juzgar la distancia de los objetos. Los sistemas más usuales son: La triangulación, el tiempo y la cantidad de luz infrarroja reflejada sobre el objeto.
Para poner otro ejemplo, un sistema típico descrito antes, refleja un pulso infrarrojo al objeto y vigila la intensidad de la luz reflejada para comprobar la distancia. El infrarrojo está activo porque el sistema de autoenfoque está siempre enviando esta luz infrarroja en una serie de pulsos cuando está en modo de enfocar. No es difícil imaginar un sistema donde la cámara envía estos pulsos como lo hacía una cámara Polaroid con las ondas de sonido. El objeto refleja la luz invisible de vuelta a la cámara, y el microprocesador de la cámara calcula la diferencia de tiempo entre los pulsos de luz de salida cuando son enviados, y los pulsos de entrada recibidos.
Usando esta diferencia, el circuito microprocesador le dice al motor de enfoque en qué dirección debe mover las lentes y como lo debe hacer. Este proceso de enfoque se repite una y otra vez mientras el usuario de la cámara aprieta el botón para hacer la foto. La única diferencia entre este sistema y el sistema de ultrasonido, es la velocidad del pulso. Las ondas de ultrasonido se mueves a cientos de kilómetros por hora, mientras que las ondas de infrarrojos se mueven a miles de kilómetros por segundo.
Sin embargo, el sistema de infrarrojos también tiene algunos inconvenientes, como son los siguientes: Una fuente de luz infrarroja proveniente de una llama, como puede ser de una vela de cumpleaños por ejemplo, puede confundir al sensor infrarrojo. Un objeto con la superficie negra, puede absorber el haz de luz de salida.
Por último, el haz de luz infrarroja puede rebotar contra algo en frente del objeto en lugar de hacerlo contra el objeto. Una venta del enfoque activo, es que funciona en la oscuridad, haciendo el uso del flash mucho más fácil.
En cualquier cámara usando un sistema de infrarrojo, puedes ver tanto el emisor como el receptor en frente de la cámara, normalmente frente al visor. Para poder usar el enfoque infrarrojo de forma efectiva, asegúrate de que el emisor y el sensor tienen un camino claro hacia el objeto, y que no esté bloqueado por algún obstáculo. Por lo tanto, el objeto debe estar lo más centrado posible para un mejor funcionamiento del autoenfoque.
Luces muy brillantes e la dirección del objeto que queremos fotografiar, pueden dificultar a la cámara poder “ver” el haz de luz infrarrojo reflejado – evita estos objetos a ser posible.
Ahora que ya hemos visto el enfoque activo en las cámaras fotográficas, veremos a continuación como es el enfoque pasivo.
Las cámaras y el enfoque pasivo
El enfoque pasivo automático, comúnmente encontrado en lentes únicas reflexivas en las cámaras de autoenfoque, determina la distancia al objeto por medio de un análisis de la propia imagen. La cámara lo que hace es ver el escenario al que apunta y conduce las lentes hacía adelante y atrás buscando el mejor enfoque.
Un típico sensor autoenfoque es un CCD, el cual provee de algoritmos que computan el contraste de los elementos de la imagen. Este sistema es normalmente una simple tira de hasta 200 píxeles. La luz del escenario golpea la tira y el microprocesador verifica el valor de cada píxel. El microprocesador en la cámara “mira” a la tira de píxeles y comprueba la diferencia en intensidad entre los píxeles adyacentes. Si la escena está fuera de foco, los píxeles adyacentes tienen intensidades similares.
El microprocesador mueve las lentes, mira en los píxeles del CCD de nuevo y ve si la diferencia en intensidad entre los píxeles adyacentes ha mejorado o empeorado. El microprocesador entonces busca el punto donde está la diferencia máxima de intensidad entre los píxeles adyacentes – ese es el punto donde está el mejor enfoque.
El autoenfoque pasivo tiene que tener luz y contraste de imagen para poder realizar el trabajo. La imagen necesita tener algún detalle para poder proveer el contraste. Si tratas de hacer una foto de una pared blanca o un objeto grande de un color uniforme, la cámara no puede comparar píxeles adyacentes, por lo que no puede enfocar.
No hay una distancia limitada al objeto con el enfoque pasivo como lo hay en el haz de luz en los infrarrojos, utilizado en el sistema activo. El enfoque pasivo también trabaja bien a través de un ventana, ya que el sistema “ve” el objeto por dicha ventana de la misma manera que nosotros lo podemos ver.
El enfoque pasivo usualmente reacciona al detalle vertical. Cuando sujetas la cámara un una posición horizontal, el sistema de autoenfoque pasivo lo pasará mal con ciertos objetos, como un autobús o algo alargado, pero no con una objeto vertical como puede ser el palo de una bandera o una farola. Si estás sujetando la cámara en la posición usual en modo horizontal, enfoca en el lado vertical de la cara. Si estás sujetando la cámara en modo vertical, enfoca en un detalle horizontal.
Cámaras más nuevas y por supuesto, más caras, tienen combinaciones de sensores verticales y horizontales para solucionar este problema. Sin embargo, siguen siendo tarea del usuario de la cámara el mantener los sensores de la cámara libres de confusiones de objetos con un color uniforme.
Puedes ver cuanta área cubren los sensores de autoenfoque mirando a través del visor a una imagen pequeña o un interruptor en una pared blanca. Mueve la cámara de izquierda a derecha y comprueba en qué punto el sistema de autoenfoque se vuelve confuso.
Tenemos un artículo sobre autoenfoque que puedes ver haciendo clic en el botón: