Durante los calurosos días de verano, una de las maneras más refrescantes para vencer el calor es tomarnos una bebida fría. Para algunos, el sonido de los hielos golpeando contra el vaso de cristal con las burbujas saliendo por la parte superior (junto a un par de pajitas y una rodaja de limón) es de lo que están hechas las memorias de verano. Sin embargo, hay momentos donde no tendrás una bebida fría a mano de forma inmediata.
Mucha gente suele llevarse unas cuantas cervezas consigo cuando hay una reunión de amigos, pero no se beben de inmediato, El problema es que a la hora de beberlas están a la temperatura ambiente y se hace difícil poder beber ese líquido. Lo mismo ocurre con cualquier otro tipo de bebida “refrescante”. Está claro que no hay nada como algo frío cuando hace calor y tenemos mucha sed. Comprensiblemente, muchos de nosotros queremos una bebida fría al momento, pero enfriarlo de la manera tradicional en la nevera o refrigerador, puede llevar algún tiempo.
Obviamente, el refrigerador hace que el tiempo de espera sea menor, pero hará falta como mínimo una hora para que coja una temperatura idónea. También se puede tener el riesgo de congelar el líquido, lo cual arruinaría la bebida y nos haría esperar aun más.
El problema del la temperatura de las bebidas no solo incluyen la cerveza y las bebidas refrescantes, sino también muchos tipos de vino (sobre todo los blancos). Si has comprado vino para una cena con amigos o familiares y se te ha olvidado meterla en la nevera unas horas antes de la cena, tendrás que esperar u olvidar la idea de beberlo.
Sin embargo, si te encuentras problemas como los que hemos comentado anteriormente, puedes contar con algo que te puede sacar del apuro; son los enfriadores o chillers, los cuales puede enfriar las bebidas en cuestión de minutos. ¿Cómo pueden estos dispositivos hacer que nuestras bebidas se enfríen y se mantengan así?
No hay ninguna duda de que la invención del refrigerador a cambiado la manera de almacenar y preservar la comida y la bebida, haciendo más fácil para nosotros mantener en buen estado cosas como la leche, el zumo, frutas, vegetales y carnes por un periodo extendido de tiempo. Pero eso es precisamente par a lo que vale un refrigerador – almacenar comida y bebida.
No es el trabajo de un refrigerador enfriar cosas en a una gran velocidad. La mayoría de las unidades de refrigeración son grandes y tienen mucho espacio de almacenamiento, lo cual significa que los fluidos no se enfrían rápidamente. Es lo mismo que enfriar una habitación con un aire acondicionado; cuanto más grande sea, más tiempo llevará reducir la temperatura. Por lo tanto, la primera misión de un enfriador de bebidas es reducir significativamente la cantidad de espacio.
Este es el motivo por lo que son bastante compactos (como del tamaño de una tostadora). Por supuesto, al mismo tiempo también tienen que proveer de un sistema de refrigeración que sea útil. Uno de los enfriadores más populares inventado por Greg Liobl, usa inyectores de agua, hielo y rodillo rotatorios para hacerlo. ¿Cómo funciona en general?
Ya quieras calentar una taza de café o enfriar una bebida en verano, estás apoyándote en la transferencia de energía térmica para realizar el trabajo. En cualquier material caliente, las moléculas se están moviendo mucho más rápidas que las moléculas en un material frío, y por ello tienen una energía cinética más alta. Las moléculas en una taza de café caliente tienen más energía cinética que las moléculas en un vaso de agua fría.
Los enfriadores rápidos de bebidas pasan agua fría sobre la lata o envase que tienes en un rodillo contenedor. Cuando el agua fría pasa por encima de la superficie de la lata o botella el agua está más fría que la superficie que está tocando. Esto permite que la energía calorífica del material más caliente – la bebida que hay dentro del envase – se transferido al material más frío: el agua fría que pasa por el contenedor.
El agua que pasa sobre la botella o envase es reciclada en un compartimiento lleno de hielo (lo cual mantiene el agua a una temperatura baja), y el proceso se repite. La máquina hace girar las latas y botellas con un motor eléctrico para enfriar la bebida adecuadamente.
Uno de estos enfriadores puede ser útil durante un buen número de ocasiones, especialmente durante los meses de verano o épocas de inusual calor. En esto días veraniegos, se suele salir fuera a comer y tomar algo, por lo que si por ejemplo estás con seis personas y tienes seis latas de cualquier tipo de bebida, en lugar de tener que recordar meterlas en las nevera unas horas antes, pueden usar un enfriador que las tendrá frías en unos 6 minutos.
Dependiendo del tamaño de la bebida o el tamaño de la botella, puede ser un poco más. Para operar con uno de estos aparatos, simplemente tienes que llenar un compartimiento con agua y hielo. Después de poner la lata o botella que quieres enfriar en un pequeño receptáculo y cerrando la tapa, puedes ajustar la configuración y la temperatura. Aunque parecen pequeños para contener una botella de vino, hay una abertura que permite emplazar la botella dejando el cuello de la botella fuera.
Un enfriador rápido estándar, puede enfriar latas de refrescos y cervezas a los 3,5 grados centígrados, y el vino a unos 10 grados. El compartimiento gira la bebida para enfriar todo de forma igualada, aunque hay una opción que anula este giro en caso de vinos muy delicados.
