Todos los astronautas de la NASA se enfrentan a la falta de gravedad en el espacio. Los efectos a largo plazo cuando se está en un entorno libre de gravedad es una debilitación del cuerpo. Los vuelos espaciales causan que los músculos se atrofien y los huesos disminuyan en densidad. Para prevenir o al menos disminuir estos daños, los entrenadores y técnicos para el cuidado físico de la NASA tienen que poner en forma a los astronautas durante el vuelo. Estos entrenadores también enseñan como mantener su cuerpo en buenas condiciones antes y después de los vuelos, lo cual es igual de importante. Para ello, han desarrollado varios ejercicios y métodos de entrenamiento para cada fase de las misiones.
Estos entrenamientos se centran sobre todo en las articulaciones, levantamiento de peso y reforzar las piernas, ya que las piernas son las que se ven más afectadas por la falta de gravedad. Actividades como levantarse y andar, nos da a los músculos y huesos un constante ejercicio cuando estamos en la Tierra, pero en el espacio esto no se hace en absoluto.
Por tanto, los ejercicios que se preparan en la NASA mantienen y dan una buena rehabilitación a los astronautas, como también una preparación psicológica. Muchos de los ejercicios y métodos han saltado al entorno comercial, así como alguna de la maquinaria utilizada.
Los estudios que realiza la NASA se centran en los efectos de los viajes espaciales en e organismo – estudios que empezaron en los primeros programas espaciales, incluso antes de haber dejado la Tierra. Estos estudios ayudaron a determinar los efectos secundarios que se han comentado, además de una disminución de las células rojas, menos calcio en los huesos y una capa adicional de grasa alrededor del corazón (por una menor actividad física).
Por este motivo se desarrollaron los programas de ejercicios y equipamiento especial para cada necesidad del astronauta en cuestión.
Los estudios que realiza la NASA se centran en los efectos de los viajes espaciales en e organismo – estudios que empezaron en los primeros programas espaciales, incluso antes de haber dejado la Tierra. Estos estudios ayudaron a determinar los efectos secundarios que se han comentado, además de una disminución de las células rojas, menos calcio en los huesos y una capa adicional de grasa alrededor del corazón (por una menor actividad física). Por este motivo se desarrollaron los programas de ejercicios y equipamiento especial para cada necesidad del astronauta en cuestión.
¿Cómo funciona el entrenador G de la NASA?
A finales de los años ochenta, algunos investigadores de la NASA fueron asignados para poder encontrar maneras en las que poder ayudar a los astronautas mantener su fuerza en los vuelos espaciales y las operaciones realizadas fuera de la Tierra. Para poder mantener un cuerpo en el espacio en una condición física normal, hacer ejercicios requiere pesos para poder simular los efectos de la gravedad en la Tierra.
Uno de estos departamentos de investigadores propusieron usan aire a presión diferencial en los ejercicios realizados en el espacio. Poniendo peso a los astronautas con aire mientras hacían ejercicio, podía simular una gravedad. Esto prevenía la degradación de los huesos y el músculo.
Llegados a este punto, los ejercicios de vuelo medio para los astronautas era difíciles e imperfectos. El equipamiento estándar de la NASA era una empinada rueda de andar anti gravedad. Para mantenerse en su sitio, los astronautas eran enganchados con arneses a la máquina.
No solo era incómodo sino que comprimía los músculos que se suponía que tenía que ayudar. Por ello, se alteró el concepto de rueda de andar aplicando fuerzas basadas en presión de aire especialmente calibradas para coincidir con los efectos de la gravedad que tendría un astronauta en el espacio.
Este nuevo dispositivo recuerda a una rueda de andar enclaustrada en una torreta. La persona se sube a un agujero en la parte superior. Una vez emplazado, el astronauta corre o anda, y la máquina calibra las secciones inflables y aplica presión de aire al peso del astronauta. Lo hace levantando el cuerpo según se necesita y empujándolo de un lado a otro, proveyendo lo mismo que la gravedad hace de forma natural.
En el 2005 se licenció la patente para el entrenador G a una compañía particular, la cual adaptó la máquina para uso médico y entrenamiento atlético. Este modelo proporciona rehabilitación física con ciertas partes del cuerpo debilitadas o con problemas. De todos modos, hay una gran diferencia entre la máquina de la NASA y la modificada, porque técnicamente una hace lo opuesto en Tierra de lo que la otra hace en el espacio.
En el espacio, el aire añade peso y provee de una resistencia saludable. En la Tierra, reduce el peso. Hoy en día, el entrenador G es usando en un gran número de centros de rehabilitación, hospitales militares y en instalaciones deportivas, tanto profesionales como en universidades.
La NASA activamente comparte sus conocimientos con la comunidad de entrenamiento atlético, incluso ofreciendo soluciones para diferentes ejercicios y situaciones. Este es uno de los beneficios de esta compañía espacial que mucha gente desconoce.