¿Cómo Funciona un Estudio de Audio?

La historia de los estudios de audio se remonta al siglo 19 con Tomas Edison y una de sus invenciones – el fonógrafo. Este aparato se diseño inicialmente para mejorar el teléfono, y creo una manera de grabar y luego reproducir el sonido. La patente si hizo en 1877 y consistía en láminas en forma de cilindros. Diez años después Emile Berliner encontró una manera de grabar el sonido en un la superficie de un disco horizontal, y una manera de producir discos grabados en masa.

Las máquinas de canciones que funcionaban con monedas, se hicieron muy populares en 1890, y una compañía de fonógrafos ubicada en Nueva York abrió el primer estudio de grabación un año después.

En 1902, las grabaciones estaban siendo realizadas en unos gruesos discos de cera, el cantante de ópera Caruso había completado su primera grabación. A partir de aquí, la evolución de las grabaciones mediante estudios especializados fue muy rápida, llegando el año 1920 y el principio de la música grabada electrónicamente.

La compañía Western Electric consiguió hacer grabaciones electrónicas usando micrófonos y amplificadores en 1925. Antes de eso, los intérpretes en un estudio de audio tenían que sentarse muy cerca del cuerno de un dispositivo que recogía los sonidos emitidos.

Esto podía significar que una banda u orquesta de varios miembros, tenían que grabar en un espacio muchas veces pequeño y sin un balance de volumen para los distintos músicos. Las ondas de sonido viajaban a través de una membrana y luego al disco recubierto de cera.

Usando la nueva tecnología, los grupos de músicos podían sentarse o permanecer en su lugar habitual, pudiendo modificarse el volumen, aunque se necesitaban grandes salas para producir la acústica de un sonido natural. Hasta finales de los 40, las grabaciones no podían ser editadas. Esto era porque los discos seguían siendo producidos enviando el sonido directamente al disco y entonces creando una copia maestra de donde sacar las demás copias.

Esto cambió cuando la industria empezó a utilizar cintas de grabación magnetizadas. Una compañía alemana había mejorado el proceso de hacer las cintas magnéticas durante los años 30, pero no pudo estar disponible en otras partes del mundo hasta después de la segunda guerra mundial.

La llegada de los grabadores multi-pista en los años 50 permitió a los estudios disgregar y mezclar la música un paso más allá, grabando y luego combinando las diferentes pistas hechas en diferentes momentos. El cambio al sonido estereofónico de dos canales a finales de los años 60, extendió la mezcal de sonido otro paso adelante al permitir a los ingenieros de estudio experimentar con efectos como el eco y la reverberación.

Los años 70 vieron aparecer los discos de larga duración o LPs, que empezaron a reemplazar a las cintas de cassette, lo cual hacia la música mas portable y ofreció avances en la tecnología como la reducción de ruidos por medio del Dolby B. Sin embargo, el compact disc y las plataformas de grabación digital superaron a este tipo de dispositivos en los años 90.

Los grabadores digitales permiten grabar el sonido en cintas digitales que más tarde se pueden usar para grabar discos láser maestros.  De estos discos,  se pueden crear copias en lo que conocemos por CDs.

El paso a la tecnología digital ha sido un paso de gigante en los estudios de audio y grabación. Usando dispositivos digitales y a veces poco más que un ordenador, los músicos pueden fácilmente y de forma económica combinar composición, grabación y mezclas con una calidad superior.

Construir un estudio de grabación

Si quieres poner en marcha un estudio de grabación, hay muchas cosas que considerar, empezando con el equipamiento digital que necesitarás para la grabación, edición, y cortar y mezclar la música.

Más adelante veremos como se graban las sesiones en un estudio de grabación y veremos partes del equipamiento utilizado. Aparte de eso, tendrás que tener en cuenta temas de pruebas de sonido y acústica. Dependiendo del mucho trabajo que tengas, puede que tengas que considerar construir o remodelar tu actual espacio.

Un estudio de grabación profesional suele tener una habitación donde los músicos actúan e interpretan su música, al cual muchos veces se refiere como estudio también. Por otro lado tenemos una habitación de control que contiene el equipamiento de grabación, edición y mezcla de música, y posiblemente una habitación con maquinaria, cabinas de aislamiento, donde instrumentos con alto volumen (con la batería) es tocada para separar los sonidos de los micrófonos que están recogiendo el sonido en la habitación principal.

Estas habitaciones son cuidadosamente construidas para sacar la mayor calidad de sonido. Esto ha sido una preocupación durante décadas en la industria de la grabación. Por ejemplo, en los años 50 se llegaron a diseñar estudios donde ninguna de sus paredes era paralela para conseguir las vibraciones deseadas. Lo cierto es que una de las consideraciones que tenemos que hacernos, es como subdividiremos y probaremos el sonido en el espacio que vamos a usar.

Hoy en día, no se necesita un gran equipamiento para construir un estudio de grabación casero: Básicamente nos hará falta un ordenador con una buena cantidad de memoria y un disco duro que bastante capacidad (puede que más de uno). También nos hará falta cables y adaptadores para realizar las conexiones. Un teclado USB MIDI. Un micrófono Behringer B-1 o B-2, o Blue 8-Ball.

También nos hará falta un interfaz para pre-amplificar la señal de audio y convertirla en digital y transferirla al disco duro. Existen equipos de mucha calidad y un buen precio que permiten grabar hasta ocho instrumentos y voces al mismo tiempo.

Los estudios de grabación pueden variar por el tipo – desde uno pequeño encajado en la esquina de alguna habitación, hasta estudios los de alta calidad y prestaciones. Entre los dos extremos hay proyectos de estudio que normalmente se suelen usar para grabaciones de voz.

La llegada de grabadores digitales y programas de música ha hecho más fácil que nunca grabar música para cualquiera. En muchos casos, todo lo que hace falta es un ordenador con un software o un teclado MIDI al lado. Muchas veces estos estudios son simples entretenimientos para el dueño, y la sofisticación puede variar dependiendo de su experiencia. La calidad también puede variar.

Usualmente muchos de los estudios de grabación más sofisticados pueden ser encontrados en la casa de un productor o ingeniero, y suelen trabajar directamente con los estudios de audio profesionales.

Se conocen como estudios de proyecto. Aparte de usarse para las voces, pueden usarlas los grupos para grabar demos para luego presentar a los productores, crear efectos de sonido o canciones para anuncios comerciales.

No importa el tipo de estudio que sea, ya que debe ser capaz de capturar, grabar y editar sonidos. El estudio debe da una protección contra el sonido de ambiente exterior. También debe permitir a los ingenieros y a los músicos poder escuchar lo que están grabando al momento.

Alquilar un estudio de grabación

Si estás pensando en alquilar un estudio de grabación, verás que no todos los estudios de audio son los adecuados para todos los músicos. Diferentes estudio de grabación se especializan en diferentes servicios, que pueden ir desde los de alto nivel para profesionales, destinados para los artistas y músicos consagrados, hasta aquellos de nivel medio más acorde de precio y que no tienen una calidad tan buena como los anteriores – o incluso estudios de música muy baratos creados para principiantes o aficionados.

¿Recuerdas la primera grabación de Elvis Presley? Pues costó 4 dólares realizarla. No encontrarás nada tan barato como eso, pero existen muchas opciones que pueden cubrir tus necesidades y presupuesto. La pregunta entonces sería, ¿qué servicios necesito y cual debe ser mi presupuesto?

Los estudios de grabación profesional pueden variar de precios según el lugar donde estés. Es España el promedio esta normalmente en los 20 euros la hora, aunque pueden bajar dependiendo del nivel del estudio. Sin embargo, el precio de la hora no debería ser la mayor consideración. Hay otros factores a considerar eligiendo el lugar donde queremos hacer nuestras grabaciones.

Ingenieros de sonido – Este es uno de los factores más importantes, según la mayoría de los profesionales. Un ingeniero experimentado no solo tiene más habilidades y conocimientos en un estudio, sino que también puede trabajar más deprisa. Esto nos ahorra tiempo y dinero. Se debe buscar un ingeniero que tenga una buena reputación en el tipo de producto que estás buscando, como puede ser un álbum de música, una grabación comercial o una maqueta para presentarte.

Equipamiento – No te debes dejar impresionar demasiado por un gran número de equipamiento en una misma habitación. Hay que fijarse en los preamplificadores, la calidad de los micrófonos y por supuesto, la mesa de grabación. Conociendo un poco las marcas, podemos darnos cuenta si los dispositivos que se va a usar son realmente fiables.

Acústica – ¿Coincide el lugar con las necesidades del grupo? Si vas a grabar un trabajo con un grupo de cuatro o cinco miembros, no necesitarás una gran sala de orquesta. Con una habitación mediana será suficiente para tu grabación. Verifica la calidad del sonido en la sala de control y el sistema de monitorización para hacer que el producto final suene como lo hizo en el estudio de grabación.

También podemos comprobar si el estudio tiene una habitación de aislamiento, si vas a necesitar un instrumento de alto volumen como puede ser una batería.

Lista de trabajos – Pregunta en el estudio de grabación de grabación por una lista de trabajos pasados, al igual que referencias de usuarios que han pasado por el estudio con necesidades parecidas a la tuya. Intenta enterarte lo que piensan y lo satisfechos que quedaron de los resultados del estudio.

Finalmente, piensa en discutir tu proyecto con el estudio de grabación y negociar un promedio de uso del estudio en lugar de un trabajo por horas. Los estudios varían a la hora de terminar un trabajo, y hacerlo por horas puede no ser la mejor idea.