Extintores

Un extintor para apagar fuegos es algo totalmente necesario tanto en la oficina como en el propio hogar. Mucha gente no tiene uno en casa porque no recuerda lo útil que es hasta que pasa algo, aunque deberíamos planteárnoslo si todavía no lo tenemos. Aunque hay muchas probabilidades de que el extintor se quede en la pared o en una esquina durante años cogiendo polvo, podría ser lo que salvara tu propiedad o incluso tu vida.

Aunque es un elemento que todo el mundo conoce y reconoce, ¿Cómo funciona uno de estos útiles dispositivos? ¿Cuál es la manera correcta para usar los extintores y qué tipos existen para cada tipo de fuego? Son cosas que no mucha gente recuerda, y por eso queremos aclarar en este artículo algunas dudas básicas que se tiene con relación a los extintores. De todos modos, primero hablaremos de cómo funcionan los fuegos para comprender exactamente lo que hacen los extintores.

El fuego es resultado de una reacción de combustión química, típicamente una reacción entre el oxígeno en la atmósfera y algún tipo de combustible, como por ejemplo la madera o la gasolina. Por supuesto, estos dos elementos no atraen el fuego porque estén rodeados de oxígeno.

extintor

Para hacernos una idea de cómo ocurre esto, podemos ver la secuencia de un incendio donde el combustible es la madera. Lo primero que ocurre es que algo calienta la madera a una temperatura muy alta. Esto se puede deber a muchas cosas, como por ejemplo un intenso foco de luz, una fricción o algo que ya se está quemando cerca. Cuando la madera llega a los 260 grados centígrados, el calor descompone algunos de los materiales de celulosa de lo que está hecha la madera. Estos materiales son liberados como gases volátiles, típicamente una combinación de hidrógeno, carbono y oxígeno.

Cuando el gas está lo suficientemente caliente, la combinación de moléculas se parten y los átomos se recombinan con el oxígeno para formar agua, dióxido de carbono y otros productos. Los gases, que se elevan en el aire, hacen la llama. Los átomos de carbono que se elevan con la llama emites luz según se queman.

El calor de la llama mantiene el combustible a la temperatura de ignición, por lo que continúa ardiendo mientras haya combustible y oxígeno. Como se puede ver, hay tres elementos esenciales en el proceso: Un calor extremo, el oxígeno o un elemento parecido y el combustible. Los extintores están diseñados para eliminar al menos uno de estos elementos para que el fuego simplemente muera.

Hay otos medios para hacer esto, como es eliminar el calor echando agua al fuego. Esto enfría el combustible por debajo del punto de ignición interrumpiendo el ciclo de combustión. Para eliminar el oxígeno se puede sofocar el fuego para que no esté expuesto al aire. Una forma de sofocarlo es cubrirlo con una manta muy pesada. Otra manera es echarle un material no inflamable como es la arena o algo similar. Por último, otra manera es eliminar el combustible, que es la más difícil de todos los sistemas. En un fuego en casa, la propia casa puede ser el combustible. El combustible quedará eliminado una vez que el fuego lo haya quemado todo.

Como la mayoría ya sabrá, los extintores son unos dispositivos metálicos cilíndricos llenos de agua o un material que sofoca el fuego. Cuando se empuja una palanca en la parte superior del extintor, el material es expulsado a una alta presión de la misma manera que los hace un aerosol. Dentro del extintor, un tubo de plástico a modo de sifón se alarga desde el fondo de dispositivo hasta su parte superior.

Una válvula montada en forma de muelle bloquea el paso del sifón a la boca de salida. En la parte superior del cilindro, hay un cilindro más pequeño lleno de un gas comprimido, que puede ser por ejemplo  dióxido de carbono líquido. Una válvula mantiene el gas comprimido seguro para que no se escape.

Para usar el extintor, se tiene que liberar una anilla o seguro que mantiene la palanca de activación bloqueada. La palanca presiona un mecanismo que a su vez lo hace con la válvula en forma de muelle, abriendo la boca que va conectada al tubo, haciendo que el gas comprimido escape, aplicando una presión hacia abajo en el material supresor de fuego. Esto hace que el material suba por el sifón y salga por la boca del extintor con una fuerza considerable. La manera apropiada de usar el extintor es dirigirlo directamente al elemento de combustión del fuego en lugar de las llamas, y moviéndolo en una secuencia de barrido (de izquierda a derecha).

Tipos de extintores

El agua es el material más familiar a la hora de extinguir un fuego, y es por supuesto uno de los más efectivos. Sin embargo puede ser peligroso en la situación errónea. Un extintor de agua puede apagar fuegos en materiales como la madera, papel o cartón, pero no funciona en fuegos eléctricos o fuegos donde hay involucrados líquidos inflamables.

En un fuego eléctrico, el agua puede hacer de conductor de la corriente eléctrica, lo cual tiene un peligro de electrocución. En los líquidos inflamables, el agua extenderá el incendio empeorando el problema. Por ello, hay un tipo de extintor muy popular de dióxido de carbono, el cual se mantiene en forma de líquido presurizado dentro del cilindro.

Cuando se abre el contenedor, el dióxido de carbono se expande formando un gas en la atmósfera. El dióxido de carbono es más pesado que el oxígeno, por lo que desplaza el oxígeno alrededor del combustible que está ardiendo. Este tipo de extintor es común en restaurantes por que de esta manera no contaminará el equipamiento para cocinar o la comida.

El material para extinguir incendios es la espuma química seca o polvo, normalmente hecha de bicarbonato de sodio o bicarbonato de potasio. Estos materiales se descomponen a unos setenta grados centígrados, y cuando lo hace, libera dióxido de carbono.

El dióxido de carbono junto con el aislante de la espuma, funciona muy bien para sofocar el fuego. La mayoría de los extintores de incendios contienen solo una pequeña cantidad de material para extinguir fuegos – puedes agotar la carga en cuestión de segundos. Por esta razón, los extintores solo son efectivos en incendios relativamente pequeños y contenidos. Para fuegos más grandes e importantes, se necesita un equipamiento más específico, y los profesionales que saben como usarlo. De todos modos, para una emergencia que podamos tener en casa o en nuestro vehículo, un extintor convencional es un salvavidas muy valioso.

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