Funcionamiento electroiman

Empezaremos yendo directo al grano ¿Qué es un electroimán? Los electroimanes son unos dispositivos que crean un campo magnético a través de la aplicación de la electricidad. Pueden ser de todos los tamaños y formas, como por ejemplo los gigantescos electroimanes que hay en algunos desguaces de coches para mover grandes piezas de metal de un sitio a otro.

También los podemos encontrar en los altavoces de un concierto para poder amplificar el sonido. Cuando alguien llama al timbre de la puerta (si es de los antiguos), un diminuto electroimán mueve una pieza metálica que golpea contra la campana. Mecánicamente, un electroimán es bastante sencillo. Consiste en un una extensión de un cable conductor, normalmente cobre, enrollado en una pieza de metal.

Si lo miramos de una forma objetiva, puede que nos parezca simplemente unas cuantas piezas unidas entre si que no dicen muchos, hasta que entre en el juego la electricidad. Para esto, se aplica un corriente, ya sea con una batería o cualquier otra fuente de electricidad, y se hace fluir por le cable.

Esto crea el campo magnético alrededor del cable bobinado, magnetizando el metal como si fuera un imán permanente. Los electroimanes son muy útiles porque podemos activa y desactivar las propiedades de imán simplemente interrumpiendo el circuito eléctrico. Antes de ir mucho más lejos, se debería ver como los electroimanes difieren de los llamados imanes permanentes, como por ejemplo los que se ponen en el frigorífico para sujetar una nota.

Como seguramente sabes, los imanes tienen dos polos, que son el negativo y el positivo, y atraen como el acero, hierro y otro tipo de combinaciones de metal. Esto polos se pueden repeler o atraer. Por ejemplo, si tienen dos imanes enfrentados siendo uno negativo y el otro positivo, se atraerán, pero si son del mismo polo se repelerán. Un electroimán es exactamente lo mismo, solo que es algo “temporal” – el campo magnético solo existen cuando hay una corriente eléctrica en curso.

El timbre de una puerta es un buen ejemplo de cómo los electroimanes pueden ser usados en aplicaciones donde los imanes permanentes no tendrían ningún sentido.

Cuando un invitado pulsa el botón de la puerta delantera, los circuitos electrónicos dentro del timbre cierran un bucle eléctrico, lo cual significa que el circuito está completado y está “encendido”. El circuito eléctrico permite que la electricidad fluya, creando un campo magnético y causando que una pieza metálica se magnetice.

La parte mecánica de muchos timbre clásicos consiste en una campana o campanilla metálica y una varilla metálica que cuando se carga magnéticamente, golpea la campana para que lo podamos oír. Cuando el invitado suelta el botón, el circuito se abre y el timbre deja de sonar. Esta posibilidad de activar o parar el magnetismo administrado, es lo que hace que los electroimanes sean tan útiles.

Si quieres saber donde se originaron estas piezas electrónicas, este artículo nos habla de la historia del electroimán.

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