iPhone robado

El robo de dispositivos móviles es algo que ocurre con más frecuencia de la que debiera. Ocurre en España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y hasta en Finlandia. Uno de los dispositivos preferidos de los “cacos” es el iPhone de Apple, y de hecho si vemos los números de estos robos veremos que este teléfono inteligente es de los más robados.

Es un problema que se da principalmente en las grandes ciudades de todo el mundo. Mientras que para un ordenadores portátil la mejor manera de asegurar que no sea robado ha sido engancharlo con un cable a la mesa y con una cerradura, esto no es realmente práctico cuando se trata de un Smartphone.

En el caso de los iPhone, los usuarios deberían conocer un servicio gratuito que da Apple que puede ser muy útil en caso de pérdida o robo, que es el “Find My iPhone”. Este servicio permite a los dueños de estos teléfonos localizarlo en un mapa, bloquearlo o incluso borrar lo que tiene si es necesario.

Sin embargo, se patentó una aplicación basada en un acelerómetro como sistema de detección de robos para dispositivos móviles – se puede pensar en ello como la alarma de un coche pero para un iPhone. Los acelerómetros miden el movimiento, y lo hacen detectando el aumento de la velocidad de algo que se mueve. Se usan los acelerómetros todo el tiempo, aunque puede que ni hayas sido consciente de ello. En los controles remotos de varias consolas de juego se usan estos elementos.

La Wii es un ejemplo de esto, donde los movimientos que haces mientras juegas son controlados mediante un acelerómetro. También son usados en los coches para detectar si hay colisiones y así poder desplegar los airbag.

Los varios dispositivos móviles informáticos que existen hoy en día, tienen estos elementos integrados también, y se usan para detectar cosas como cuando giras o mueves tu dispositivo. Las cámaras digitales, Tablets, teléfonos inteligentes, lectores digitales y demás equipamientos, se aprovechan de esta tecnología para ajustar la orientación de pantalla según se necesite.

Lo mismo ocurre con los juegos para estos dispositivos, los cuales usan acelerómetros como parte de la experiencia. Podemos pensar en ellos como sensores.

Sin embargo, estos sensores tienen una función adicional cuando se trata de un iPhone. Podría hacer al propio iPhone saber que ha sido robado. Como se ha dicho, los acelerómetros miden el movimiento en un tiempo dado, y esta es la clave de cómo este detector contra robos funciona. Todo empieza con uno de estos sensores (donde podría también haber varios funcionando junto a un software determinado).

Lo que haría es monitorizar en todo momento el movimiento del iPhone. Piensa en esto como si tu teléfono te conociera y supiera como lo tratas normalmente, lo cual valdría de referencia al teléfono. El flujo de datos es filtrado y comparado a una serie de cambios que pasan en situaciones de robo. Cuando un iPhone es robado, los datos almacenados por el acelerómetro se ve diferente en manos de un ladrón (movimientos bruscos, impactos, cambios en el manejo, etc.).

Apple llama a esto un escenario de robo, y hay filtros que están diseñados para distinguir los tipos de frecuencia y hacer unas comparaciones muy precisas. Para poner un ejemplo, mientras que te puede gustar ir a correr llevando tu iPhone, las condiciones de un robo pueden incluir frecuencias que muestran cambios bruscos o saltos que no suelen ser normales cuando corres.

Las condiciones de robo en esta tecnología son reglas básicas de cuando debería sonar una alarma (cuando alguien agarra tu iPhone y sale corriendo) o cuando simplemente lo tienes en tu bolsillo. Si los datos coinciden con una condición de robo, una señal es enviada al microprocesador del teléfono – ese mensaje necesita activar la alarma que se escuchará por los altavoces del dispositivo.

Mientras que muchos prefieren quedarse con la configuración por defecto, el dispositivo antirrobo de este teléfono permitirá a los usuarios configurar y personalizar su propia alarma, al igual que desactivarla cuando quieran. Se podrá incluso elegir si el teléfono tiene que emitir algún sonido durante un robo.

La idea es configurar una contraseña para deshabilitar la alarma, como también ajustar la sensibilidad del sistema contra robos del iPhone. Aunque no evitará el robo, por lo menos no le servirá de nada al ladrón y lo abandonará cuanto antes para librarse de un aparato que no deja de sonar pidiendo ayuda.

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