Una línea terrestre es una conexión física entre dos dispositivos de telecomunicación. Este término se suele usar más en temas de telefonía. Por el contrario, la telefonía inalámbrica envía señales por medio de torres con antenas y no tiene conexiones físicas entre ellas. La telefonía inalámbrica ha superado ampliamente a las líneas terrestres en todos los sentidos en muchos países.
Sin embargo, hay algunos usos únicos en las líneas de teléfonos terrestres que probablemente mantenga esta tecnología funcionando y evite que acabe desapareciendo. La desventaja principal de una línea terrestre es que debe ser conectada a un cableado físico para que funcione.
Un teléfono es conectado a una roseta en la pared para poder conectarse a un sistema más grande de cables y relés controlados por una compañía telefónica. Las señales enviadas desde y a los teléfonos son pasados por estos cables, aunque algunas compañías de teléfono también usan torres para transmitir los datos. El hecho de que las señales son transmitidas por un cableado físico también tiene el potencial de hacer una línea terrestre más segura.
A menos que alguien tenga acceso a los cables y puede recoger la señal de una llamada telefónica, las conversaciones y los datos en una línea terrestre permanecerán privadas.
Los datos pueden ser asegurados más aun por medio de la encriptación, como es el caso de ciertas líneas gubernamentales o compañías que necesitan una seguridad adicional. Esto es por ejemplo común en ciertas compañías de tarjetas de crédito, donde se pueden pedir al usuario que llame desde un teléfono fijo (por línea terrestre) y así poder asegurar que los datos intercambiados con la compañía de tarjetas de crédito se mantengan seguros.
La señal en una de estas líneas también tiende a ser más clara que la de un teléfono inalámbrico. En ciertas zonas donde el servicio inalámbrico es pobre o ni siquiera existe, mucha gente prefiere el uso de líneas terrestres. En algunos países, estas líneas de comunicación siguen siendo el sistema principal de telefonía tanto para hogares como compañías.
De todos modos hay ciertas desventajas con una de estas líneas terrestres. La necesidad de conectarse físicamente a un cable, hace que sea menos flexible que un teléfono móvil. Aparte de esto, el cableado que une todo el sistema debe ser instalado y seguir un mantenimiento.
En muchos países con problemas económicos y alto grado de pobreza, las líneas de telefonía son robadas por los metales de valor que contienen, que es principalmente por el cobre. Esto lleva a que las compañías telefónicas aumenten sus gastos. Por este motivo, algunas compañías han elegido basarse más en redes inalámbricas y así evitar pérdidas de servicio en las comunicaciones, aparte del tema económico. Por ejemplo, en ciertas partes del continente africano, no hay líneas terrestres disponibles debido a los gastos que supone. Por ello se basan totalmente en la telefonía móvil.