Muchos de nosotros experimentamos interferencias electromagnéticas de una forma regular, y en muchas ocasiones nos podemos dar cuenta. Por ejemplo, si pones el teléfono móvil cerca de donde tienes el ordenador, puede que escuches a través de los altavoces un ruido estático o una unos pitidos de marcado. Lo mismo ocurre muchas veces entre el equipo de música en nuestro coche y el móvil, poco antes de recibir una llamada.
Si marcas un número de teléfono en el móvil cerca de cualquier aparato eléctrico, hay muchas posibilidades de que escuches el marcado que estás haciendo en algunos de estos aparatos.
Técnicamente, ninguna de estas cosas debería estar pasando. En teoría, cuando escuchamos una emisora de radio, se pueden detectar interferencias de unas bandas con otras, lo cual no debería ocurrir. Sin embargo, todos los transmisores tienen alguna tendencia para transmitir a un bajo nivel en harmónicos de las bandas laterales, finalmente infiltrándose en otras bandas.
Algo parecido pasa como los teléfonos móviles en ciertos dispositivos. En el caso del teléfono móvil afectando los altavoces del ordenador, el cable a cada altavoz está actuando como una antena, y recoge las bandas laterales en el rango de señal audible.
Estos problemas no dejan de ser insignificantes, pero podemos ver que son algo más común de lo que podemos pensar. Sin embargo, en un avión o en un hospital este fenómeno puede causar problemas mayores. Un avión contiene un número de radios para una variedad de tareas. Hay una radio que el piloto usa para hablar con los controladores aéreos. Hay otra radio que el avión utiliza para mostrar su posición a las computadoras de control aéreo. Hay unidades de radar usadas para detección de guiado y tiempo, y varias más. Todas estas radios están transmitiendo y recibiendo información a frecuencias muy específicas.
Si alguien enciende su teléfono móvil, y dicho móvil transmite a mucha potencia, digamos de más de tres vatios, podría solapar y crear interferencias con las frecuencias que está usando el avión, y entonces los mensajes entre las personas y los ordenadores de control podrían verse afectados.
Si alguno de los cables en el avión tiene dañado el aislante, existe la posibilidad de que este cable recoja la señal del teléfono móvil de la misma manera que lo hace el cable del altavoz mencionado antes. Pueden crear falsos mensajes entre diferentes partes del equipamiento del avión.
Muchos hospitales tienen instalados redes wireless para los equipos que se manejan en estos centros. Por ejemplo, un aparato de monitorización del corazón puede estar conectado de forma inalámbrica al puesto de guardia donde se encuentra el equipo médico. Si usas el móvil y creas una interferencia, puede afectar las transmisiones entre los equipos y las salas de control y mantenimiento.
Esto puede pasar incluso con el simple hecho de encender el teléfono, ya que cuando nuestro móvil se enciende, se intercambia mucha información con la operadora antes de quedar operativo.
La prohibición de portátiles y algunos equipos de reproducción de música durante el despegue y el aterrizaje, tiene los mismo motivos que hemos expuesto, pero las preocupaciones en este caso son más del tipo “más vale prevenir que curar”. Un portátil inadecuadamente aislado podría transmitir una cantidad de energía que podría afectar a ciertas frecuencias, y en teoría crear un problema.