En los pasados veinte años los ingenieros han estado persiguiendo tecnologías para hacer las pantallas flexibles y dar un giro en esta industria. Los investigadores siguen trabajando para combinar materiales y elementos electrónicos para hacer que el sistema de pantallas flexibles se haga una realidad y se puede poner el mercado para su consumo general. La meta es producir una fina, flexible y clara capa donde se pueda ver imágenes con las propiedades del cristal. La pantalla flexible ofrecerá muchos beneficios sobre las tecnologías en pantallas existentes que hay en la actualidad.
Algunos factores como la reducción del peso y el grosor, son cosas que se están buscando mejorar con estas pantallas flexibles. Aparte de esto, se busca también una mayor durabilidad y las formas no lineales, lo cual puede revolucionar el mundo de las pantallas en muchos tipos de dispositivos electrónicos que usamos habitualmente. De hecho, los usos potenciales que se le pueden dar a estas pantallas son tan diversos que muchas compañías están invirtiendo mucho en las investigaciones. No es de extrañar si pensamos en lo que tenemos ahora y lo que se podía conseguir en el futuro.
Piensa en un producto que usa pantalla tradicional como las que conocemos actualmente. Cualquier de ellos podría ser aplicado a las pantallas flexible. Teléfonos móviles, reproductores de música, PDAs, ordenadores y muchos más se puede beneficiar de esta tecnología. Una vez que este sistema este debidamente desplegado, se podrá aplicar a un amplio rango de dispositivos.
Para poner un ejemplo, imagina televisores que puede enrollarse como un folio y llevado a cualquier sitio. Otro ejemplo pueden ser periódicos que podemos llevar enrollados en la chaqueta y ver las últimas noticias. Son muchas cosas que se pueden hacer, y las compañías lo saben perfectamente.
De todos modos, los primeros productos que seguramente empezarán a usar estas pantallas de un modo general, serán los libros electrónicos. De momento, la tecnología del cristal líquido sigue siendo predominante en el mercado, sobre todo para los libros electrónicos. Sin embargo, hay ventajas por ambos lados, lo cual hace difícil como será este mercado en los próximos años.
Algunos factores son la nitidez y definición en comparación con la duración de la batería. La tecnología del cristal líquido tiene menos consumo de batería, lo cual lo hace un fuerte rival frente a las pantallas flexibles.
Algunos investigadores se están centrando en tecnologías de líquidos orgánicos para este tipo de pantallas, como es el caso de OLED. Este modelo de pantalla tiene luminosidad propia y no requiere una luz interna, difusores o polarizados para funcionar. Esto reduce mucho el tamaño y el peso. También ofrece mayores ángulos de visión y un menor consumo de energía. Los sistemas OLED no son tan brillantes como otras pantallas, pero con ya se está investigando para solucionar esto.
Como es todas las tecnologías nuevas, se espera que el precio sea algo caro cuando se comercialicen las pantallas flexibles. Sin embargo, una vez que esta tecnología se haya asentado y se empiece a producir a un nivel general, los precios bajarán. Esto es algo que ocurre siempre. No pasará mucho tiempo hasta que tengamos pantallas flexibles en la mayoría de dispositivos que manejamos.