Estás colgando un cuadro o montando un mueble por tu cuenta, y un martillo es una herramienta perfecta: es simple, barato y muy efectivo. Sin embargo, si estás trabajando en una casa de dos plantas instalando los suelos de madera y haciendo todos los muebles empotrados, puede que sea mejor idea usar una pistola de clavos. Aunque no es uno de los dispositivos electrónicos de los que solemos hablar en esta Web, es suficientemente interesante para incluir un artículo sobre este artilugio tan útil. Estas potentes máquinas lanzan clavos a una gran velocidad, poniendo los clavos en su sitio en menos de un segundo.
Esta claro que una pistola de clavos nos puede ahorrar muchas horas de esfuerzo y sudor, ya que básicamente hacen todo el trabajo de clavar. ¿Cómo lo hace? Lo cierto es que hay varios tipos de pistola de clavos en el mercado, donde se aplican varios principios. A su nivel más básico, una de estas máquinas tiene dos tareas: Necesita concentrar una gran fuerza en un solo momento, lo cual se puede repetir rápidamente. En segundo lugar, tiene que cargar un clavo nuevo después del que ha lanzado.
Como hay varios sistemas para hacer esto, nos centraremos en un diseño estándar que nos de una idea clara de su funcionamiento. Una pistola de clavos básica usa muelles normales para generar la fuerza de martillo. El siguiente video nos muestra como lo hace.
Como se puede ver en el video, en la tecnología tradicional se usaba aire comprimido para llenar una cámara y una vez lleno, un pistón es empujado hacia abajo guiando el clavo hacia el exterior. Esto ocurre cuando se pulsa el gatillo. Al liberar el gatillo, el pistón es liberado y vuelve atrás a su posición inicial. Esto lo hace de forma repetida a gran velocidad y normalmente no se suele atascar.
La forma de cargar los clavos usa un sistema muy popular, que es la parte negra que podemos ver pegada a la pistola de clavos en forma de barra. Los clavos están ligeramente pegados en esta larga barra. De esta barra van saliendo los clavos que se cargan en el “barril” de la pistola de clavos. Cuando el pistón vuelve hacía atrás, separa el primer clavo de la tira y lo pone en posición. Una vez clavado, la operación se repita una y otra vez.
Una ventaja de este sistema es que el pegamento ayuda a asegurar los clavos. Cuando se clava el clavo en la madera, la fricción calienta el pegamento hasta un punto extremo. Una vez que el clavo está en su sitio, el pegamento rápidamente se endurece fusionando el clavo en la madera.
Las pistolas de clavos eléctricas tienen un sistema parecido, aunque tiene un sistema de pletinas y trenes de engranajes que actúan por medio de una batería. El martillo es activado con una corriente alterna cada vez que se pulsa el gatillo.
De todos modos, la más popular sigue siendo del tipo neumático. En estas máquinas, la fuerza del martillo viene de aire comprimido, normalmente generado por un compresor de aire potenciado con gas. Uno de estas máquinas estándar, funciona bajo los mismos principios que una bomba de agua. Tiene uno o más pistones que coge aire de la atmósfera y la expulsa por la salida de la pistola de clavos. Esto suministra suficiente cantidad de aire comprimido en su reserva.