Si hay una cosa que podemos predecir del futuro, es que algunos de los avances científicos y tecnológicos visionados por algunas personas, no serán realidad de momento, al menos en un periodo de tiempo determinado. Después de todo, en los años treinta se pronosticaron muchas cosas bastante curiosas, como por ejemplo que en cincuenta años se podrían ver motores con una gran potencia funcionando durante horas con un tanque de gasolina del tamaño de un bolígrafo, los robots tendrían conciencia humana y la gente comería carne sintética fabricada en laboratorios.
Por supuesto, algunas de las predicciones han resultado ser ciertas, como es el caso de los teléfonos móviles. Hoy en día, se tiene más cuidado con hacer predicciones del futuro en cuanto a ciencia se refiere. Muchos científicos basan sus predicciones en cosas que ya han sido creadas y en prototipos que ya existen en los laboratorios.
Puede que no sepas que existe una sociedad llamada “Mundo futuro” (wfs.org), la cual está formada por un grupo de científicos y expertos economistas de ochenta países. Realizan estudios e interesantes documentos sobre el futuro que nos espera (son realmente estimaciones) y uno de estos estudios da un visionado de la como será la vida en el año 2100.
Este documento no se hizo con ideas sacadas de películas de ciencia ficción, sino cuidadosamente y teniendo en cuenta unas cuantas variables – incluyendo si los humanos hacen un buen uso de la tecnología avanzada o la usan de un modo poco adecuado. De todos modos, hay muchas personas que siguen prediciendo avances de todo tipo, como veremos a continuación en el artículo.
Una de predicciones del futuro que siguen oyéndose mucho en nuestros días, es que los ordenadores serán mucho más inteligentes que los humanos. Ya tenemos ordenadores que pueden leer palabras impresas, reconocer el lenguaje humano y sintetizar música que es prácticamente exacta a la música que hace un músico humano. Sin embargo hay un cierto sector científico que cree que las máquinas serán capaces de pensar y sentir como humanos, y lo podrán hacer incluso mejor. Esto lo defiende una cosa llamada singularidad, donde se cree que la inteligencia humana será superada. Al aumentar la potencia y velocidad de los procesadores, puede sonar lógico que algún día nos veamos sobrepasados. Se cree también que los avances científicos en las funciones del cerebro, también podrán modelos que simulen la conciencia humana.
Sin embargo, no hay que preocuparse de computadoras inteligentes haciendo planes para quitar a los humanos de en medio, como ya se pudo ver en algunas películas como “2001, una odisea en el espacio” o “Terminator” entre otras. Otra predicción sobre este tema se refiere a la nanotecnología, donde pequeños nanorobots podrán integrarse en nuestro cuerpo y mejorar nuestras habilidades y salud. La idea de mezclar la parte biológica con maquinaria ha estado presente desde hace años, y de hecho ya hay algunos experimentos que ha fusionado ambas cosas. En un futuro, se supone que esta integración será algo inimaginable, y lo cierto es que tiene fundamentos.
Uno de los avances futuros más interesantes que se pueden oír suena como algo fuera de toda lógica, y es la bioimpresión. ¿Qué es esto? Es el uso de impresoras en tres dimensiones que varias capas de material para crear objetos, o células que puedan construir tejidos vivos. Los científicos hay han “imprimido” piel y discos vertebrales, y los han trasplantado a cuerpos de animales con éxito. Sin embargo, estamos todavía muy lejos de poder crear por ejemplo un órgano tan complejo como un hígado, un corazón o un riñón usando las células de un paciente como material.
Sin embargo, hay instituciones de investigación dedicadas a la medicina regenerativa, que predice que algún día un cirujano podrá pedir un órgano completo con las especificaciones que pida, de la misma manera que podría pedir un disco duro o una tarjeta de sonido para su ordenador. El desafío más grande según los científicos, no es hacer el propio órgano, sino duplicar los complicados vasos sanguíneos internos que mantiene el cuerpo oxigenado. Algunos científicos creen que en una década a partir de ahora, se podría tener importantes avances en esta técnica con riñones humanos. Muchos científicos han incluso pensado en un paso más adelante. Si imprimir órganos animales o humanos se acaba consiguiendo, “imprimir” un ser humano completo sería el siguiente paso lógico.
Hay más de estas predicciones que puede que veamos algún día, aunque de momento solo son teorías.
Inventos del futuro que se han predicho
Un concepto que se cree que puede ser realidad en el futuro, es la reproducción de un objeto creándolo molécula por molécula. La fabricación con moléculas podría realmente marcar un antes y un después en el mundo al permitirnos construir máquinas o incluso edificaciones de forma rápida y económica. Se podría hacer con unas especificaciones determinadas y prácticamente sin ningún defecto. Los principios físicos en este tipo de fabricación son extremadamente complejos.
Para explicarlo con palabras simples y fáciles de entender, básicamente sería crear una fuerza de trabajo de diminutos robots llamados ensambladores que podrían provocar reacciones químicas y juntar algunos átomos ala vez para crear moléculas, lo cual a su vez se convertiría en el objeto deseado. Podríamos ser capaces de controlar la estructura de la materia.
Según los expertos, si realmente se pudiera poner en práctica esta tecnología, cambiaría totalmente el modelo de economía que hay actualmente. Solo hay que pensar en todas las cosas que se verían sustituidas por esta forma de construcción, aunque por supuesto siguen siendo una teoría.
Otra de las predicciones que ya llevan cierto tiempo y que ya hemos comentado en nuestro artículo sobre las estaciones espaciales, es un elevador al espacio. Hemos crecido pensando que los viajes al espacio son algo que requiere potentes cohetes, complejos naves espaciales capaces de salir y al espacio y luego volver, y un coste enorme en recursos tecnológicos. ¿No sería más fácil si pudiéramos utilizar simplemente un elevador y subir lentamente pero de forma segura en la órbita espacial? Sería más o menos como ir a la última planta de un rascacielos.
Tal dispositivo nos permitiría volver a la Tierra de una forma fácil y sin sufrir los riesgos de la entrada en la atmósfera terrestre. De todos modos, suena a un cuento de hadas o una novela de ciencia ficción ¿verdad? Sin embargo, los científicos han estado visionando algo así desde hace décadas. Durante mucho tiempo, este concepto parecía algo simplemente impracticable según algunas leyes de la física. La tensión de un largo cable sería más fuerte que la resistencia del acero, lo que haría que se rompiera.
Sin embargo, con algunos nuevos materiales que tienen casi 200 veces más resistencia que el acero, la idea de un elevador espacial ha vuelto a la carga entre muchos visionarios. Sin embargo, todavía sigue siendo algo que queda como otra predicción sin garantías.
La última predicción que tenemos en este artículo es algo que ya habrás oído o imaginado muchas veces, y son las ciudades flotantes sobre los mares y océanos. Esta idea volvió a la actualidad gracias a un arquitecto Belga llamado Vincent Callebaut, el cual propuso este tipo de ciudades para evitar ciertas catástrofes como pueden ser inundaciones y tsunamis. De momento tiene solo los diseños de una de estas ciudades que tendría 50 mil habitantes y que se puede ver en su página Web.
La idea que tiene es que esta ciudad flotante sea totalmente autosuficiente, con sus propios jardines y cosechas para la comida, una planta para hacer potable el agua del mar y un sistema de placas solares para generar energía, junto a otros sistemas que generen electricidad de las olas y el viento. Este no parece algo tan complejo como las otras predicciones que se han hecho, aunque tampoco es una tarea fácil para realizar. Sin embargo, puede que en unos cuantos años podamos ver la primera ciudad flotante sobre el agua, y puede que sea la primera de otras muchas.