Los CDs y lo DVDs están hoy en día en todas partes. Ya se usen para almacenar música, datos o software para ordenadores, se han convertido en el medio estándar para distribuir grandes cantidades de información en un paquete fiable. Los discos compactos son tan fáciles y baratos de producir, que cualquiera puede tener acceso a este dispositivo sin gastarse mucho dinero.
La posibilidad de crear nuestros propios CDs incluyendo toda la información que queramos, ha hecho muy popular su uso hasta hoy en día. Veremos a continuación como funcionan estos elementos de almacenamiento, los tipos que existen, y que depara el futuro para esta tecnología.
Un CD puede almacenar hasta 74 minutos de música, aproximadamente. Para que quepan más de 783 megabytes en un disco de unos 12 centímetros de diámetro, se requiere que los bytes individuales sean muy pequeños. Si examinamos la construcción física de un CD, puedes empezar a entender como de pequeños son estos bytes. Un CD es un simple trozo de plástico muy fino.
La mayoría de los CDs consisten en un trozo de plástico de policarbonato. Durante la fabricación, este plástico es impreso con trazas microscópicas, configuradas como una única, continua y extremadamente larga espiral de datos. Volveremos a hablar de estas trazas en un momento. Una vez que la pieza de policarbonato está formada, una fina y reflectiva capa de aluminio es puesta en el disco, cubriendo las trazas. Entonces, una fina capa acrílica es difuminada sobre el aluminio para protegerlo. Por último, la etiqueta es impresa sobre el acrílico.
La espiral
Como se ha dicho, un CD tiene una única pista de datos, circulando desde el interior del disco hacia el exterior. El factor de que la pista en espiral comience en el centro, significa que el CD puede ser más pequeño que los 12 centímetros si se desea, y de hecho, hoy en día hay tarjetas de plástico que pueden ser introducidas en un reproductor de CDs. Ciertas tarjetas tienen unos 2 MB de datos antes de que el tamaño y la forma de la tarjeta corta la espiral.
Trazas o “protuberancias” en los CDs
Estas trazas no son más que protuberancias que se encuentran en la superficie del disco y que forman la pista. Se suelen referir más como pequeños hoyos en el CD en la parte de aluminio, siendo protuberancias en la parte donde el láser lee el disco. Las dimensiones tan extremadamente pequeñas de estas trazas, hacen la pista en espiral muy larga. Si se pudiera extender esta pista en una carretera en línea recta, se alcanzarían unos cinco kilómetros aproximadamente.
Hay diferentes formatos usados para almacenar datos en un CD, algunos extensamente usados y otros que ya cayeron en el olvido. Los dos más comunes son los formatos de audio CD-DA y el CD-ROM, para datos de ordenador.