Las máquinas para hacer resonancias magnéticas usan potentes imanes para crear detalladas imágenes de nuestro cuerpo. Un potente imán primario crea un campo magnético que es más fuerte incluso comparado con el que tiene la Tierra. Este intenso campo magnético hace que los átomos de hidrógeno en nuestro cuerpo se organicen de forma uniforme al borde del campo.
Entonces pequeños pulsos magnéticos hace que estos átomos giren en diferentes direcciones. Según el imán primario empuja los átomos de vuelta a su formación uniforme, su movimiento y giros en varias direcciones despiden energía. Esta energía se llama resonancia y puede convertirse en imágenes con ayuda de las frecuencias de radio.
Las máquinas de resonancia magnética son tubulares con una gran apertura donde se puede meter una persona. Las imágenes que crean estos campos magnéticos pueden distorsionarse con los movimientos. Como resultado de esto, los pacientes deben mantenerse muy quietos mientras se está haciendo el escaneo.
Para ciertas personas esto puede ser muy incómodo, ya que algunas veces puede llevar una hora realizar todo el proceso. Aparte de esto, estas máquinas suelen ser muy ruidosas debido a la rotación de los imanes.
Para ayudar a los pacientes a soportar este ruidoso proceso, se suele permitir que la persona use auriculares y escuche música. Los escaneos pueden hacer usando una variedad de imanes primarios para generar estos campos magnéticos. Un imán superconductor es una de los imanes más potentes que se usan para esto. Consisten en una bobina con cables electrificados. Sin embargo, uno de estos imanes son funciona si los cables se mantienen a temperaturas muy bajas, por lo que se tiene que usar ciertos líquidos como el helio.
Algunas máquinas de este tipo no usan un elemento refrigerante. Cuando esto es así, se crea un imán resistivo en lugar de un superconductor. El resultado es un campo magnético más débil aunque siguen siendo efectivos para ciertas pruebas. Otro tipo de imán primario son los permanentes. Son imanes muy grandes que constantemente están generando un campo magnético. Debido a su tamaño y peso, no son de los preferidos para usarse en resonancias magnéticas.
Los imanes rotan alrededor de la persona completamente para escanear las diferentes partes del cuerpo. Lo hacen con precisión y claridad. La combinación de campos magnéticos y frecuencias de radio permiten a los médicos dividir el cuerpo del paciente en diferentes ángulos. Esto permite ver lo que está pasando en el interior del cuerpo de la persona escaneada.
Aunque estas máquinas son superiores en cierta cosas a otros métodos de escaneo, muchas cosas pueden ser detectadas sin tener que pasar por este pesado proceso. Por ejemplo, un hueso roto se puede ver sin problemas con rayos X, lo cual es menos laborioso y más barato. Lo que los rayos X no pueden hacer es sacar imágenes de los tejidos blandos. Por este motivo para esto se prefiere una resonancia magnética.
Estas máquinas pueden sacar imágenes detalladas del tejido blando en cualquier sitio del cuerpo. Esto es muy útil para detectar hemorragias cerebrales, daños en ligamentos y ciertos tipos de cáncer. Otra ventaja es que no despiden ningún tipo de radiación. Aunque la radiación de los rayos X si despiden radiación, no se ha demostrado que puede ser dañino. Aun así, la gente se siente más cómoda sabiendo que no está expuesto a este elemento.
Hay ciertas precauciones que se deben tomar cuando se pasa por una resonancia magnética. No se deben llevar objetos metálicos durante el proceso, y si llevan alguna parte metálica debido a una cirugía, se debe decir antes. Después de todo se trata de imanes.
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