Un satélite meteorológico es un dispositivo que transmite información sobre los patrones del tiempo actual desde el espacio a la superficie de la Tierra.
Los satélites meteorológicos hacen estas transmisiones de forma regular y envían una gran variedad de datos que son usados para la previsión del tiempo y todos los posibles cambios que puede haber.
Algunos ejemplos de los datos que se consiguen de este modo son las temperaturas de la superficie, velocidad del viento, temperatura del agua, alturas de las olas, etc.
Tabla de Contenido
1 – ¿Cuál es la Función y Utilidad de los Satélites Meteorológicos?
Los satélites meteorológicos se erigen como piezas cruciales en la predicción y comprensión del clima global. Este artículo destaca sus funciones, variedades y la importancia de estos testigos espaciales en el monitoreo meteorológico.
Estos satélites pueden también hacer una vigilancia de las nubes, patrones de luz en áreas pobladas de la Tierra, incendios, tormentas de arena, zonas de nieve y corrientes marinas. Hay dos tipos de satélites meteorológicos que ofrecen distintos tipos de observación. Un satélite geoestacional se mantiene fijo en una posición sobre el ecuador.
Lo que hacen es vigilar grandes áreas que está a una altura de unos 35 mil kilómetro de altitud. Las imágenes que se registran con estos satélites se suelen usar más en las previsiones del tiempo del día a día.
El segundo tipo de satélite meteorológico es de órbita polar, el cual recibe su nombre porque orbita la Tierra por su eje lo cual mantiene al satélite continuamente expuesto a la luz del sol para conseguir unos mejores datos. La órbita de estos satélites pasan por el polo norte y el polo sur diariamente.
Los datos conseguidos son más detallados que los conseguidos por los satélites geoestacionales. Esto es porque están mucho más cerca de la Tierra. Sin embargo, tienen controladas áreas más pequeñas precisamente por su altitud.
2 – ¿De donde surgieron estos satélites?
El primero satélite artificial fue el Spútnik, el cual fue lanzado en los años cincuenta. Fue el primero dispositivo de este tipo hecho por el hombre en entrar en el espacio, y apenas pesaba 100 kilos. En aquellos tiempos, se generó una verdadera batalla por conseguir dominar el espacio entre la entonces Unión Soviética y Estados Unidos. Este es básicamente el origen de los satélites meteorológicos que podemos ver hoy en día.
Los datos que son enviados a la Tierra pueden ser transmitidos dedos formas. Las imágenes más básicas que son registradas con luz visible, muestran tormentas, nubes, lagos, bosques, incendias, niebla y este tipo de cosas. Sin embargo, algunos pueden grabar y transmitir imágenes termales.
Esto se consigue con unos sensores que van puestos en el escaneador del satélite, y que produce imágenes infrarrojas que ayudan a determinar la altura y tipos de nubes, temperaturas de la superficie, etc.
¿Qué Información Meteorológica Aportan los Satélites Artificiales?
Los satélites ofrecen información vital, como imágenes de nubes, temperaturas superficiales y movimientos atmosféricos. Estos datos son esenciales para la predicción del tiempo y la comprensión de eventos climáticos extremos.
3 – ¿Qué Satélites Meteorológicos Existencias?
Existen diversos tipos de satélites meteorológicos, cada uno especializado en áreas específicas de observación. Desde los satélites de órbita polar hasta los geoestacionarios, todos contribuyen a la recopilación de datos meteorológicos fundamentales.
4 – ¿Qué Satélite se Usa para Conocer el Tiempo en España?
En el contexto de España, el satélite METEOSAT es crucial para la monitorización meteorológica. Su posición geoestacionaria proporciona una visión continua y detallada de la atmósfera sobre la región.
5 – ¿Cuántos Satélites Geoestacionarios Hay?
La constelación de satélites geoestacionarios no solo incluye los dedicados a la meteorología, sino también aquellos destinados a la observación de la Tierra. En total, hay varios satélites en órbita geoestacionaria.
6 – ¿Qué Pasaría si no Existieran Satélites?
La ausencia de satélites meteorológicos significaría una brecha crítica en nuestra capacidad para anticipar y responder a eventos climáticos. La precisión de las predicciones se vería comprometida, afectando la preparación ante fenómenos naturales.
Los satélites meteorológicos representan ojos desde el espacio que vigilan nuestro planeta. Su presencia es indispensable para la toma de decisiones informadas y la comprensión de los complejos mecanismos climáticos que influyen en nuestro día a día.