Una tarjeta SIM es un chip de memoria portable que se usa casi siempre en teléfonos móviles que operan las redes GSM (sistemas globales para comunicaciones móviles). Estas tarjetas mantienen información personal de la cuenta del usuario, incluyendo su número de teléfono, libro de direcciones, mensajes de texto y otros datos.
Cuando un usuario quiere cambiar de teléfono, pueden simplemente quitar la tarjeta de un teléfono e insertarla en otro. Las tarjetas SIM son muy cómodas y populares entre los usuarios de telefonía móvil y son una parte clave en el desarrollo de esta tecnología. Al estar todos los datos del usuario sujetos a una tarjeta SIM, solo tiene que ser activada cuando una persona abre una cuenta con un proveedor de servicios de telefonía.
Cada tarjeta tiene un número único imprimida en el chip, el cual necesita ser activado por el proveedor. En muchos casos, el usuario del teléfono puede hacerlo en el sitio Web del proveedor de telefonía mediante un número que le proporcionan o llamando directamente al servicio de soporte.
Las tarjetas SIM están sujetas a su propios proveedor y solo pueden ser usados con un plan propio. Una de las principales ventas de las tarjetas SIM es que pueden ser fácilmente quitadas de un teléfono móvil e insertadas en cualquier otro teléfono compatible para hacer una llamada. Esto significa que si el usuario quiere comprar un nuevo aparato, se puede activar rápidamente insertando su SIM particular.