¿Un tatuaje electrónico? Puede que lo primero que te haya venido a la cabeza sea “¿Qué narices es eso?”. Puede que lo primero que hayas pensado es un grupo de personas con tatuajes resplandeciendo en diferentes colores y dando una imagen futurista. Sin embargo, si es eso lo que estás pensando, te has equivocado totalmente, ya que no son ni mucho menos unos tatuajes que brillan o tienen increíbles funciones para dejar a los demás sorprendidos (o puede que esto último si sea verdad).
La tecnología de los tatuajes electrónicos puede ser bastante increíble, como veremos a continuación – algo que podría salvar incontables vidas y convertirse en algo muy común en la medicina moderna. Muchos creen que incluso podría ser una revolución en el campo médico, aunque como en muchas cosas que tienen que desarrollarse, es algo que habrá que ir viendo.
Cuando hablamos de un tatuaje electrónico, estamos hablando de técnicas electrónicas aplicadas a la epidermis. Dicho de otra manera, unos parches finos y flexibles de goma que a si vez pueden contener componentes flexibles eléctricos – hilos o cables de silicona que tienen un tamaño extremadamente pequeño, incluso para el ojo humano. Estos finísimos hilos son esencialmente tatuajes temporales, parecidos a aquellas calcomanías que nos podíamos de pequeños.
Estas calcomanías se transferían a la piel por medio de un pegamento y tinta. Sin embargo, los sistemas de epidermis electrónicos – o si prefieres tatuajes electrónicos – se adhieren a la piel de una manera diferente. Se adaptan a la textura de la piel, quedándose pegados fuertemente por unos cuantos días.
Uno de estos tatuajes electrónicos no se parece en nada a los que solemos ver en la gente, y realmente tiene más apariencia a un parche repleto de circuitería. La función que tiene es leer tus señales vitales, todas las lecturas de nuestros sistemas internos y datos que pueden prolongar nuestra vida. Lo cierto es que hay pocas partes del cuerpo humano que no podamos probar y analizar con la tecnología que tenemos actualmente.
Desde escaneos cerebrales hasta pruebas de sangre, hay pruebas para casi todo, aunque la mayoría de las pruebas se deben hacer en un hospital o clínica. Por supuesto, hay pruebas que se pueden hacer mientras hacemos nuestra vida normal, pero nada se le parece a un tatuaje electrónico.
En estas pruebas fuera de un entorno médico, es donde entran los tatuajes electrónicos, permitiendo seguir monitorizando la salud de las personas sin ser intrusivo. Estos dispositivos llevan ya algunos años entre nosotros, o por lo menos a nivel de estudio. La idea se inicio con el pensamiento de hacer los dispositivos electrónicos más orgánicos.
Dicho de otra manera, crear una tecnología que pudiera adaptarse a nuestro cuerpo en movimiento. La silicona proveyó la mejor solución para este objetivo. A nivel informativo, la silicona tiene su origen en los cristales de cuarzo que al ser calentado en presencia del carbono, produce este elemento. Para crear esta complicada circuitería en los parches de silicona que se ajustan a la piel, se utilizan bobinas de expansión que se contraen y enlazan todas las partes funcionales, desde sensores y antenas hasta las luces LED.
La forma de aplicación es bastante sencilla. Por ejemplo, si se quiere hacer una medición de las ondas cerebrales, lo único que hay que hacer es aplicar el parche o tatuaje electrónico en la frente, continuar con nuestra vida normal. Este parche se alimenta de la energía solar, lee las constantes vitales y luego transfiere los datos obtenidos a un dispositivo externo. Los primeros modelos dependían de una conexión cableada entre el parche y el ordenador, pero con el avance en las tecnologías inalámbricas, se pudieron prescindir de los cables.
Los tatuajes electrónicos que primero salieron a la luz, monitorizaban actividad cerebral, muscular y del corazón. De estas simples funciones, los científicos han expandido la monitorización a embarazos, experimentos de estimulación en músculos y más cosas. También se ha utilizado esta tecnología bajo la piel, usando estos elementos por medio de catéter, e insertándolo en un corazón humano.
El futuro de los parches electrónicos
¿Cuál es el futuro de estos parches electrónicos y como proveerán de servicios de salud importantes para las personas?
Los tatuajes electrónicos puede que no están disponibles todavía como herramienta de análisis y seguimiento de las constantes vitales, pero se esperar que tengan un fuerte impacto en los años que están por llegar. Hay médicos que no solo ven estos parches electrónicos que se ponen en la piel como meros observadores pasivos de la anatomía humana, sino como elementos activos en la rehabilitación de los pacientes. No solo sirven para tomar medidas, sino también han demostrado tener otras funciones.
Por medio de la estimulación de las contracciones musculares, estos parches electrónicos pueden ayudar a los pacientes a volver a andar tras pasar largas temporadas inmovilizados en una cama de hospital. Podrían ser también útiles en el uso de algunos tipos de prótesis, sirviendo como enlace esencial entre la parte biológica y la máquina. De hecho, los investigadores han hecho pruebas en este sentido, donde se puso uno de estos dispositivos electrónicos en el cuello de una persona, y se usaban los movimientos de los músculos para controlar un juego de ordenador.
El sujeto decía una palabra y el mundo virtual del juego respondía. A partir de aquí, los investigadores ya imaginan un mundo donde estos parches electrónicos pueden hacer cosas como usar los movimientos musculares al hablar, para enviar mensajes sin mover los labios. Esto sería interesante por ejemplo en operaciones militares.
Si se indaga más en las posibilidades, es fácil imaginar la gran cantidad de aplicaciones que podría tener estos dispositivos pueden ofrecer. No solo para las prótesis o y control de las funciones, sino uniendo las fronteras entre los seres humanos y las máquinas. Las entradas biológicas que se dan, dictan el comportamiento de las máquinas, y las señales electrónicas informan de expresiones en el cuerpo humano. En este sentido, la tecnología se podrá fusionar más aun con las personas para mejorar funciones, curar enfermedades y realizar cosas que las limitaciones corporales nos impiden hacer.
De todos modos, habrá que esperar todavía un tiempo para ver hasta que punto llegarán los tatuajes electrónicos y como llegarán a integrarse con nuestro cuerpos y funciones. Sin embargo, puede que no tengamos que esperar demasiado, ya que ya se están utilizando para varias aplicaciones, y como en cualquier otra tecnología de vanguardia, evoluciona rápidamente.