La fotografía nunca ha sido tan fácil. Las modernas cámaras de “apunta y dispara” le dan a los aficionados acceso a muchas técnicas que los profesionales usan para sus fotos de alta calidad. Estas cámaras están creciendo en capacidad cada año que pasa. Las tarjetas de memoria de alta capacidad permite el almacenamiento de cientos de fotografías.
Por otro lado, las lentes con zoom ofrecen varios métodos de trabajo. Incluso las cámaras en tres dimensiones están empezando a estar disponibles. Hoy en día, una de estas cámaras de “apunta y dispara” puede ser comprada por unos precios bastante módicos y nos dan todas las herramientas necesarias para hacer todo tipo de fotos. Aparte de esto, los programas de edición digital ofrecen lo que antes hacía los cuartos oscuros para los fotógrafos profesionales.
La tecnología ha hecho que muchos aspectos de la fotografía sean automáticos. La cámara hace el enfoque para ti, configura la cantidad de color para ti y determina la exposición. También hay disponible ajustes en la propia cámara para temblores que podemos tener mientras sostenemos la cámara o identificar y centrar las caras de la gente que va a aparecer en la fotografía.
Sin embargo, hay que recordar que la fotografía es más sobre el equipamiento. No es que el equipamiento haga buenas fotografías, al igual que unas buenas sartenes hacen buenas comidas. La persona, como fotógrafa, es la que hace buenas o malas fotos. El cómo usar la función de una cámara, es más importante que la propia tecnología, y tus ojos es la herramienta de más valor que se tiene.
De todos modos y dados los tiempos que corren, es mejor centrarse en la fotografía digital por una simple razón: Hacer fotografías con película se ha convertido en algo del pasado para muchos fotógrafos aficionados.
Sin embargo hay que recordar que las mismas técnicas aplican tanto si se usa una técnica digital o con película. Por tanto ¿Qué técnicas tenemos disponibles para nuestras nuevas cámaras digitales?
Para empezar, piensa sobre ello; ¿Qué es una fotografía? Lo cierto que es no es ni más ni menos que un registro de luz. Muchos fotógrafos nóveles se toman la luz como algo garantizado. De hecho, juzgar y ajustar la luz es la clave para tomar buenas fotografías. La luz difusa es mejor que tomar la luz directamente contra la luz del sol, lo cual crea sombras y evita destellos que podrían estropear una foto. A los fotógrafos les encanta hacer su trabajo pronto por la mañana o por la tarde cuando el sol ya está bajo. Un día nubloso es mejor que un día con mucho sol. Si tienes que hacer fotografías a mediodía, mueve si puedes el objeto a la sombra.
Un flash puede ayudar si lo usas adecuadamente. Los flashes que vienen integrados en la propia cámara es un elemento que nos puede resultar de mucha utilidad. Es buena idea usarlo para iluminar la parte frontal del objeto fotografiado cuando el parte de atrás ya está iluminada.
Esto emitirá sombras y dará al objeto la exposición correcta. Hay que tener cuidado cuando se usa un flash de una luz de baja intensidad, ya que blanquea los colores y puede difuminar el objeto principal de la fotografía. También hay que recordar que muchos de los flash integrados tienen un alcance de unos cinco metros.
Se pueden hacer fotografías de puertas adentro sin un flash, pero hay que saber cómo obtener los mejores resultados para esto. Lo que se aconseja es mover el objeto fotografiado cerca de una ventana y usar un poster de color blanco para reflejar la luz en el objeto y mejorar los resultados de la foto. Por otro lado tenemos la función de autoenfoque, lo cual tienen la mayoría de las cámaras de hoy en día y facilitan el poder aplicar varias técnicas.
Sin embargo, se puede perjudicar las fotografías de la misma manera en que se pueden mejorar. El problema es que la cámara normalmente enfoca en un área central de la escena. Si el objeto está en un lado, puede salir mal.
Por tanto, es importante informarnos y aprender cómo enfocar con la cámara que tenemos. En la mayoría de las cámaras se pueden ajustar las configuraciones y mover el área de centrado por la pantalla. Luego podemos experimentar con el bloqueo de enfoque y practicar haciendo varias fotos. Esto nos dará más habilidad para hacerlo mejor. El bloque de enfoque también aumenta la velocidad de la toma de fotos.
Después de pulsar el botón de hacer la fotografía hay un ligero retraso mientras la cámara ajusta el foco. Mantener el botón pulsado a la mitad te deja preparado para hacer la forma instantáneamente, lo cual puede ayudar. Asegúrate de determinar como de lejos estará el objeto cuando hagas la foto.
¿Cómo debe ser un trípode de fotografía y más cosas?
Un trípode es una de las piezas de más valor en el equipamiento de los fotógrafos aficionados. Al ser una pieza adicional del equipo que debe ser transportado de un sitio a otros, es muchas veces el que más se deja de lado. Si no lo usas, el empezar a usar un trípode casi garantiza que se harán mejores fotos.
Hay muchos modelos que son muy ligeros y manejables, y no son demasiado caros. Hay también diferente tipos para poner la cámara, por lo que tenemos donde elegir. Una de las razones por las que los trípodes de fotografía son útiles, es que las cámaras digitales son ligeras.
Esta ligereza en las cámaras modernas viene muy bien, pero también se hace más difícil sujetarla firmemente cuando se tiene que apretar el botón para hacer la foto. Por otro lado, mientras que algunas cámaras digitales pueden compensar un pulso poco firme, un trípode te permite tomar unas fotografías muy claras y sin movimientos.
Los trípodes son muy buenos para hacer fotografías con luz, ya que te permiten una exposición más larga. Esto te da imágenes más nítidas, lo cual te deja aumentar la profundidad de campo al estrechar la apertura de la cámara.
Otra gran ventaja del trípode es que te fuerza a ralentizar las cosas y observar la composición de la foto. Puede configurar la imagen que quieres tomar, ajustar la luz, cambiar el enfoque o mover el objeto. Un trípode incluso te deja ponerte dentro de la fotografía, eliminando la pregunta “¿Quién hizo la foto”? Solo hay que ajustar el temporizador y ponerse frente a la cámara.
Otra técnica que los aficionados deberían saber es la regla de los terceros. Es una técnica que fue desarrollada muchos antes de que la fotografía fuera inventada, y es todavía usada hoy en día en artes visuales, como por ejemplo la pintura. Es una habilidad básica para mejorar la composición de las fotos. Esta composición es también la diferencia principal entre las fotos de novatos y las de calidad profesional.
Imagina cuatro líneas, dos horizontales y dos verticales, las cuales dividen una superficie. Tendrás nueva secciones iguales. Trata de poner tu objeto principal en alguno de los cuatro puntos donde las líneas hacen las intersecciones. Esto significa que no sea en el centro o más bajo que el centro.
Cuando fotografías un paisaje, pone el horizonte en una de las líneas horizontales. Usa la superior si quieres enfatizar un primer plano. Pone el horizonte en la línea más baja si quieres que el fondo sea más prominente. Alinea los edificios u objetos parados con alguna de las líneas verticales. De todos modos, hay que conocer esta regla, no obsesionarse con seguirla. Algunas veces romper las reglas te da una mejor fotografía. Conocer los principios nos permite hacer un análisis y mejorar lo que tenemos.
Por último, leer el manual de usuario es algo que muchos no hacemos. Aunque no puede parecer algo técnico, es algo a tener en cuenta. La mayoría de la gente prefiere salir corriendo a hacer fotos en lugar de leer algunas páginas del manual que viene con nuestro equipamiento. Sin embargo, leer y entender las funciones de una cámara comprada hacer poco, te hacer un mejor fotógrafo.
Lo primero es familiarizarse con los botones, menús y demás funciones. Casi todas las cámaras modernas tienen un gran número de funciones, donde muchas no las usaremos nunca. Sin embargo, muchas de ellas nos pueden ayudar mucho para mejorar.