Desde que se inventó la rueda hace ya unos miles de años, la gente ha estado inventando nuevas maneas de viajar de una forma rápida de un punto a otro. Ya tenemos bicicletas, automóviles, aviones, cohetes, transbordadores, todos ellos inventados para reducir el tiempo que se gasta para llegar a nuestros destinos. Sin embargo, cada uno de estas formas de transporte comparte el mismo inconveniente.
Requiere que tengamos que cruzar una distancia física, lo cual nos puede llevar desde minutos a horas dependiendo de donde estén los puntos de comienzo y final. ¿Qué pasaría si hubiera una forma de llegar desde nuestra casa al centro comercial sin tener que coger el coche? O mejor aun ¿Qué pasaría si pudiéramos ir a la estación espacial sin tener que coger ningún tipo de nave?
Pues lo cierto es que hay científicos trabajando ahora mismo en un método de viajar como esto, combinando propiedades de las telecomunicaciones y el transporte para conseguir lo que se llama el teletransporte. Puede que ya estés intrigado e interesado sobre los experimentos que se han hecho y se están haciendo, y como se podría usar el teletransporte para viajar a cualquier sitio en cualquier momento.
Lo cierto es que muchos de estos experimentos realizados, se han hecho como fotones, y es un punto de partida para quizá conseguir el invento más increíble de la historia de la humanidad.
El teletransporte consiste en desmaterializar un objeto en un punto, y enviar los detalles atómicos de ese objeto a otro sitio, donde tendrá que ser reconstruido de nuevo. Lo que esto significa es que el tiempo y el espacio podrían ser eliminados en el viaje – podríamos ser transportados a cualquier sitio al instante son tener que cruzar una distancia física.
Muchos de nosotros supimos de la idea del teletransporte (con otras tecnologías innovadoras) por medio de la serie de televisión Star Trek. Podíamos comprobar como eran teletransportados desde la nave espacial a los planetas por donde viajaban.
A principios de los años noventa, la idea del teletransporte salio del mundo de la ciencia ficción para entrar en el mundo real como una posibilidad teórica real. Esto ocurrió cuando el físico Charles Bennett y su equipo de investigadores confirmó que la teletransportación cuántica era posible, pero solo si el objeto original teletransportados era destruido.
Esta revelación fue seguida por un reporte de sus descubrimientos en los primeros años noventa. Desde entonces, experimentos usando fotones han probado que la teletransportación cuántica es un factor posible.
Experimentos con la teletransportación cuántica
A final de la década de los noventa, físicos del instituto tecnológica de California junto a dos grupos europeos, convirtieron las ideas que se tenían de esta ciencia (ver artículo anterior) en una realidad al transportar con éxito un fotón, que es una partícula de energía que transporta luz.
Estos grupos fueron capaces de leer la estructura atómica de un fotón, enviar la información a lo largo de cable coaxial de un metro y crear una réplica del fotón. Como se había pensado, el fotón original dejó de existir una vez que la réplica había sido hecha.
Al hacer este experimento, estos científicos fueron capaces de dar un rodeo al principio de incertidumbre de Heisenberg, el cual era la principal barrera para la teletransportación de objetos más grandes que un fotón.
El principio dice que no puedes simultáneamente saber la localización y la velocidad de una partícula. Si no se puede saber la posición de una partícula, ¿Cómo lo puedes teletransportar? Para poder teletransportar un fotón sin tropezar con la ley de Heisenberg, el grupo de físicos usaron un fenómeno conocido como “entanglement” o enredo. Con este fenómeno, al menos tres fotones se necesitan para realizar una teletransportación cuántica: el primero número 1 es el fotón que debe ser teletransportados, el segundo el fotón teletransportados y el tercero, el que es “enredado” con el fotón número 2.
Si los investigadores trataban de observar demasiado cerca el fotón número 1, entraban en contacto con el y lo cambiaban. Al usar entanglement entre los fotones 1 y 2, los físicos podían extraer algo de información sobre el fotón número 1, y la información conseguida pasaría luego al fotón 2 y finalmente al fotón 3. Cuando los físicos aplicaban la información del fotón 1 al fotón 3, podían crear una réplica exacta del fotón 1.
Sin embargo, el fotón 1 dejaba de existir en este procedimiento. Dicho de otra manera más sencilla, en la película “La mosca” se realizaba un teletransporte de una cabina a otra. Cuando Jeff Goldblum realizaba el teletransporte entre cabinas, se hacía un análisis de su estructura atómica y se realizaba el viaje, donde se creaba una réplica de Jeff Goldblum y el original era destruido.
El más reciente experimento con éxito que se ha realizado, ocurrió en el año 2006 en Dinamarca, donde el doctor Eugene Polzik y su equipo teletransportaron información almacenada en un rayo láser dentro de una nube de átomos. Según estos científicos, es un paso adelante en esta ciencia porque era la primera vez que se hacía un teletransporte entre dos objetos diferentes, la luz y la materia. Uno es el transportador de la información y el otro es el medio de almacenamiento. El viaje fue de medio metro.
La teletransportación cuántica es muy prometedora para la computación cuántica. Estos experimentos son importantes para desarrollar redes que puedan distribuir información cuántica. Ya se ha hablado de la idea de un “Internet cuántico”. Se piensa que esta tecnología podría transferir datos entre ordenadores a velocidades que superarían a cualquier de los más potentes ordenadores que tenemos en la actualidad.
¿Funcionará el teletransporte en humanos?
¿Será viable el teletransporte en humanos algún día? Viendo los experimentos que se han explicado antes está claro que estamos a años luz del desarrollo de una máquina de teletransportación como la que pudimos ver en la película “La Mosca” o en otras de ciencia ficción. Las leyes de la física pueden incluso hacer imposible crear un dispositivo que permita a una persona ser enviada de inmediato de un sitio a otro, lo cual requeriría viajar a la velocidad del la luz.
Para que una persona pudiera ser transportada de este modo, una máquina tendría que reconocer y analizar los trillones de átomos que forman el cuerpo humano. Entonces tendría que enviar esa información a otra localización, donde el cuerpo sería reconstruido con una precisión de relojero. Las moléculas no podrían estar separadas ni un milímetro, ya que el individuo podría acabar con serios daños físicos y neurológicos.
Si recordamos la serie y las películas de “Star Trek”, la teletransportación era realizada por una máquina que estaba en una sala donde había algunos dispositivos que permitían hacer este viaje. Básicamente era una plataforma donde se ponían los viajeros mientras que alguien ajustaba los controles en la misma habitación.
La máquina de teletransportación entonces leía cada átomo de la tripulación en la plataforma, y usaba un transportador para transmitir las moléculas al lugar donde se tuvieran que desplazar. Los espectadores podían ver como la tripulación se disolvía en un brillante fulgor antes de desaparecer y volver a materializarse en un distante planeta.
Si una máquina así fuera posible, es poco probable que la persona siendo transferida fuera realmente fuera “transportada”. Funcionaría de alguna manera como un máquina Fax – se crearía una duplicado de la persona en el otro lado del proceso, pero sería con una precisión mucho mayor que cualquier máquina que conocemos. ¿Pero qué pasaría con el original? Una teoría sugiere que la teletransportación combinaría clonación genética con digitalización.
En este tipo de clonación futurista, los viajeros tendrían que morir en un sentido. Su mente y cuerpos originales dejarían de existir. En lugar de eso, su estructura atómica se recrearía en otro sitio, y la digitalización podría recrear las memorias, emociones, esperanzas y sueños de los viajeros teletransportados. Por lo tanto, los viajeros todavía existirían, pero lo harían en un nuevo cuerpo con la misma estructura atómica que su cuerpo original, y programado con la misma información.
Sin embargo, como todas las tecnologías, los científicos están seguros de poder continuar con las mejoras en las ideas que ya tienen de la teletransportación. Están tan seguros de esto, que creen que pueden algún día evitar estos métodos tan poco amigables. Se espera que algún día, que estos viajes se pueden hacer de forma fluida y a distancias de miles o incuso millones de kilómetros, y todo ello en pocos segundos. Lo cierto es que tendremos que esperar mucho para ver si esto se puede hacer realidad, por lo menos con humanos.