Un tubo o tubería submarina es un sistema que está total o parcialmente metido en el agua. El término vale para cualquier tipo de tubería, lo cual se puede usar para petróleo, gas natural, bioproductos de diferente tipo o incluso para un sistema de alcantarillado que vaya por debajo del agua. Sin embargo, se suele definir más para petróleo y para gas.
Las tuberías submarinas incluyen diferentes diseños y tipos de construcción dependiendo del material que estén transportando. Esto incluye líneas de acero, con mezclas de diferentes materiales o incluso de plástico. Cada tipo tiene sus propias ventajas y modos de que sean instalados. Por este motivo, hace falta hacer un estudio previo antes dejarlos operativos.
Estos tubos submarinos son responsables de transportar gran cantidad de materiales (muchas veces materiales de mucho riesgo para el entorno) por el mar de forma segura. Como se ha comentado antes, son materiales como petróleo o gas, lo cual puede causar un impacto negativo si se llega a escapar de estas tuberías que van por debajo del agua.
Hoy en día el principal producto que se transporta por los océanos es el gas natural. El modelo más común utilizado es la tubería de acero, el cual es ideal para llevar materiales que conllevan más riesgo. Se suelen instalar por medio de barcos especialmente equipados de varias maneras.
Uno de los sistemas para instalar las tuberías de este tipo es con tramos de tuberías ya conectados que se van echando al agua, de la misma manera que se echa un cable submarino. El segundo sistema trata de fabricar la tubería en la borda del barco antes de ser lanzada al agua. Dependiendo de las condiciones en que se haga, la tubería puede quedar en la superficie del suelo marino o puede ser enterrado.
Otro tipo bastante común de tubería submarina es una mezcla de sistemas que se ponen en aguas poco profundas o en ciertos lugares, como pueden ser lagos o ríos. Suelen ser bastante más pequeñas que las que se usan en el mar y se suelen usar para llevar materiales no tóxicos o peligrosos como puede ser agua fresca. Suelen estar hechos de una mezcla de plásticos y son mucho más flexibles.
Una de sus grandes ventajas es que es fácil cortar el flujo del material si las condiciones lo requieren. De todos modos, al haber tantos sistemas diferentes en tuberías marinas, la preparación para instalarlas se suele hacer con mucho cuidado y una gran preparación.
Cualquier fallo en un sistema de tuberías como este puede causar un desastre importante en el ecosistema. No solo esto, sino que también puede suponer un riesgo para la salud de las personas que vivan cerca de la zona afectada por una fuga. Por este motivo, La industria que se dedica a instalar estas infraestructuras están muy legisladas y pasan por controles de seguridad muy estrictos.
