Ya hemos visto unos cuantos elementos en los anteriores artículos sobre la fotografía digital, y uno de ellos merece un artículo propio y que es la velocidad de obturación. La velocidad de obturación es la cantidad de tiempo que el obturador permite pasar la luz. Las configuraciones normales de una cámara normal suele ser de un segundo, lo cual no es una mala velocidad, aunque hay configuraciones de fracción de segundo que son extremadamente rápidas. Sin embargo, hay que saber ajustar la velocidad de obturación correctamente porque si no la foto nos puede salir borrosa.
Algunos fotógrafos fuerzan su cámara para que para que se mantengan abiertas por mucho más tiempo para crear varios tipos de efectos especiales. Dejar una cámara apuntando al cielo de noche con el obturador abierto durante varias horas, resulta en una foto donde las estrellas parecen dejar una estela según la Tierra va rotando.
La práctica y la experiencia son las mejores maneras para descubrir qué combinaciones de apertura y velocidad de obturación son las mejores para los diferentes tipos de fotos.
Mientras que una velocidad de obturación lenta deja pasar más luz, también hace que sea más difícil conseguir una imagen nítida. Cualquier movimiento (o el movimiento del objeto a fotografiar), resultará en una imagen difusa. Algunas veces se puede querer este efecto, pero para una fotografía clara de un objeto en movimiento se necesita una velocidad de obturación rápida.
Muchas cámaras tienen un modo semiautomático que se pueden configurar para dar prioridades de apertura o de obturación. Lo que se configura es la velocidad de una u otra, y la cámara calcula el ajuste correcto para acomodarse a las condiciones de luz. La cámara también puede tener una variedad de modos específicos, que son configuraciones con las velocidades ya ajustadas. De nuevo, la experiencia nos permitirá saber qué condiciones son las idóneas para cada modo.
Tomar fotos con una cámara digital tiene muchas de las técnicas que usan los fotógrafos profesionales y con éxito. Sin embargo, las cámaras digitales difieren en muchas cosas. Normalmente hay un retraso entre el momento en que presionas el botón del obturador y cuando la cámara hace la foto (menos en los modelos más caros). Un retraso más grande significa que es más difícil capturar el momento. Hay algunas cosas que se pueden hacer para aliviar el problema.
- Se puede ajustar el foco con un cierto adelanto – Cuando se usa el auto foco, pulsar el botón de liberación del obturador a mitad de camino le dice a la cámara que enfoque en el objetivo. Puedes tener que esperar unos cuantos segundos con el botón pulsado hasta la mitad, pero cual la foto esté tomada la cámara no tendrá que perder tiempo enfocando.
- No usar un flash a no se que sea necesario – Lleva tiempo cargar el flash y puede crear un retraso adicional. Si se necesita un flash, se puede pensar en usar un flash externo.
- Reducir la calidad de imagen – Las cámaras digitales te permiten ajustar el tamaño y la resolución de las fotos que estás tomando. Unas imágenes grandes sin comprimir pueden tener un aspecto increíble pero pueden crear retraso. Si estás tratando de hacer fotos en movimiento, intenta una configuración con una calidad menor. Se estará sacrificando imágenes más nítidas pero se aumentarán las opciones de conseguir la foto que buscamos.
Desventajas y problemas en las cámaras digitales
Uno de los problemas con las cámaras digitales es que tienden a necesitar más luz que una cámara tradicional de película para crear una exposición comparable. Como resultado, las velocidades de obturación más lentas se suelen usar para conseguir suficiente luz. Esto puede hacer difícil tomar una foto sin que salga algo borrosa.
La solución es simple: se puede usar un trípode. No son caros y se puede montar en ellos prácticamente cualquier cámara. Este paso resultará en una gran mejora en la calidad de la foto. Si tienes que tomar una foto con una velocidad de obturación lenta y no se tiene un trípode, se puede intentar usar el modo ráfaga. Lleva algo de práctica mantener la cámara quieta (apriétala contra tu cara y exhala según aprietas el botón), pero el modo ráfaga te da una mejor oportunidad de obtener una fotografía más nítida.
Si se tienen dudas, se puede mejorar la profundidad de campo. Con las imágenes digitales, siempre es posible usar un software para dejar ciertos puntos de la foto fuera de foco, pero nunca se puede a “arreglar” algo que está desenfocado.
Si tu cámara tiene un visor electrónico, se puede llegar a tener problemas con el movimiento, especialmente con las fotos tomadas de cerca. Esto significa que el visor electrónico está “viendo” un área algo diferente de lo que las lentes ven.
Muchas cámaras modernas ya no tienen estos problemas con los visores electrónicos. Usar la pantalla LCD para alinear la toma también puede ayudar, pero estas pantallas normalmente no suelen mostrar todo lo que la lente está viendo, y puede hacer difícil conseguir el enfoque correcto.
Muchos de los problemas se pueden solucionar con un software de edición de imágenes. Hay varios de estos paquetes de software disponibles, y algunas cámaras ya vienen con estos programas instalados. Se pueden usar para manipular, combinar e imprimir las fotos digitales. No hay casi límites a lo que se puede conseguir con este software, ya sea dándole un ligero contraste o elaborar trabajos artísticos añadiendo imágenes, texturas, etc.
Unos simples y básicos procedimientos pueden mejorar nuestras fotos y solucionar problemas en ciertos puntos de nuestras fotos. Una vez que se empieza a editar una foto digital, salva los resultados en un archivo separado. Siempre se quieren tener disponibles la imagen original sin ningún tipo de edición.
Lo siguiente que podemos hacer es ajustar el contraste y lo niveles de color. Si lo hacemos bien, podemos realizar una notable mejora. Si la foto tiene un tono apagado, aumentar los niveles de saturación puede hacer que los colores sean más vivos. Los niveles de color son algo que puede arreglar muchas de las fotografías que tomamos. Hay otras funcionalidades que nos pueden ayudar en estos tipos de software, como son la rotación, el recorte de ciertas partes y la inserción del mate.
Algunos programas tienen una función para quitar el llamado “ojo rojo”. Se puede hacer también manualmente seleccionando los ojos del sujeto y alterando el balance de color para reducir el tono rojizo. Hay programas que incluso nos dejan quitar partes que no queremos mostrar. Digamos que has hecho una fotografía de un antiguo monasterio, pero en la foto sale una furgoneta a un lado. Con un software de edición de imágenes se puede quitar esta furgoneta y dejar solo el monasterio.
Como se puede ver, las posibilidades son grandes y nos da una idea de lo que podemos hacer con una cámara digital. Con todas estas funciones, podremos hacer las fotos que realmente queremos.