El proceso que lleva a realizar un paseo espacial lleva prácticamente un día entero, y no es por todas las cosas que tienen que tener puestas el astronauta en su traje espacial. La razón principal de esto es porque los astronautas necesitan tiempo para pasar por una descompresión, el cual es el mismo utilizado cuando los submarinistas regresan de bucear en aguas muy profundas y tienen que volver a la superficie. Para permitir una máxima movilidad y protección en la falta de presión en el espacio, el traje espacial es presurizado a casi 30 kilopascales durante un paseo espacial, que es casi un tercio de la presión que la tripulación experimenta dentro de la nave o estación espacial.
Los astronautas también tienen que respirar oxígeno puro, ya que la cantidad de oxigeno en el aire a una presión tan baja, no es suficiente. Si un astronauta simplemente se pusiera el traje en un cuarto de hora y saliera de la nave, resultaría en los mismos efectos que un buceador tiene cuando sube a la superficie demasiado rápido. Esto causa que las burbujas de nitrógeno en nuestra sangre se expandan y escapen, se sufra mareos y dolor de articulaciones, calambres, parálisis y posiblemente muerte.
Para evitar todo esto, toda la cabina es sujeta a una descompresión de 100 a 70 kilopascales y una ligera subida del oxígeno al menos una día entero antes de iniciar el viaje espacial en el exterior de la nave. Una hora antes del paseo espacial, los astronautas se ponen una máscara y respiran oxígeno puro, lo cual les prepara para respirar este elemento durante la toda operación en le espacio. Todo esto ocurre en una cabina especial cilíndrica de tan solo 1.5 metros de diámetro y 2 metros de larga.
Este cilindro de compresión esta unida a otra cabina previa que también se considera una parte externa de la nave donde se debe llevar el traje espacial. Por lo que realmente el astronauta tiene que pasar por dos cabinas antes de salir al exterior. Una vez que ha terminado la descompresión, la puerta externa es desbloqueada y se puede salir.
Una vez que la puerta externa es abierta y el astronauta saca la cabeza en dirección al vacío, varias herramientas le dan mucho soporte durante todo el paseo espacial. Una de las piezas más importantes en el equipamiento utilizado, asegura que los astronautas no salgan volando alejándose de la nave o estación. Esto dejaría al astronauta flotando a la deriva en el espacio o se quemaría con la atmósfera de la tierra. Para ello, un enlace de seguridad, que es lo equivalente a una simple cuerda, le mantiene completamente conectado a la nave o la estación.
Estos enlaces son de unos 17 metros y aseguran la movilidad en el espacio. Van atados a la cintura del astronauta por un gancho. Otra posibilidad es usar unidades propulsoras integradas en el traje espacial para una movilidad adicional y tareas más complejas. Las hay de varios tamaños, y hay incluso un modelo simplificado muy pequeño para emergencias.
Si el astronauta tiene ser durante el viaje espacial por fuera de la nave, los trajes están equipados con un bolsa especial integrada llamad ISD, que es simplemente una bolsa de plástico con un tubo dentro del traje. Los astronautas solo tienen que girar la cabeza y tomar un sorbo. También hay un dispositivo dentro del casco donde se pueden poner barritas energéticas para comer algo, aunque normalmente se prefiere comer antes del viaje espacial.
Hay varios tipos de paseo espacial, y los tres principales son los viajes concertados, que son paseos espaciales que forman parte del plan de vuelo. Muchos viajes espáciales se realizan con unas metas a conseguir cuando se visita una estación espacial, como por ejemplo hacer algunos arreglos o un mantenimiento. Por lo tanto, estas salidas al exterior ya están concertadas. Luego están las no concertadas y que no eran parte del plan de vuelo original, aunque son necesarias para conseguir los objetivos. Por último, tenemos los paseos espaciales de contingencia, que son parecidos a los anteriores pero se hacen principalmente para asegurar el regreso seguro de la tripulación y la nave.
Las actividades extravehiculares también son divididas por su nivel de complejidad. Una actividad simple usa menos herramientas y técnicas de movilidad, por lo que los astronautas no necesitan una intensa formación antes del paseo. Una actividad intermedia puede necesitar de equipamiento adicional y herramientas especiales, y más entrenamiento para conseguir el objetivo. Una actividad compleja requiere una tecnología más complicada y puede ser difícil y peligroso para completar.
Para esto, los astronauta necesitan están formados y muy preparados. Todas estas sesiones de entrenamiento se realizan en piscinas. Los paseos espaciales se suelen comparar como el buceo en el agua. Después de treinta horas de entrenarse en piscinas, los astronautas han podido confirmar que la sensación de flotar debajo del agua es similar a hacerlo en el espacio.