El vitáfono fue una tecnología diseñada para llevar el sonido al mundo del cine. Consistía en un disco que tenía que ser reproducido según un proyector mostraba la película, y así se añadía el sonido. El vitáfono fue el último método de sonido en disco usado, ya el sonido directamente añadido a la cinta se impuso al ser más efectivo. Gracias a los esfuerzos a muchas personas que les gusta conservar antigüedades, es posible ver un buen número estos dispositivos e incluso hay sitios donde se puede ver una película con el sonido saliendo de un sistema vitáfono. Aunque ahora nos puede sonar extraño, en su época fue todo un descubrimiento.
Este sistema consistía en un protector de cine que tenía conectado a un reproductor. Cuando el proyeccionista montaba la película, se enganchaba la cinta cuidadosamente en el proyector. Al encender el proyector, el reproductor comenzaba a girar, y en teoría produciendo unas imágenes sincronizadas con el sonido que lo acompañaba. El sistema fue considerado un gran avance porque era muy preciso cuando se sincronizaba correctamente.
El uso de elementos de amplificación hacía el sonido audible por toda la sala de cine. Esto fue una mejora sobre sistemas que ya existían donde el proyector y el reproductor estaban separados, o el sonido tenía una mala amplificación. Con este sistema se hicieron películas memorables que hoy en día se consideran obras maestras.
La tecnología fue desarrollada en los laboratorios Bell antes de ser adquirida por los hermanos Warner, los cuales hicieron algunas modificaciones antes de vender el sistema a los dueños de las salas de cine. Cuando el cine sonoro moderno apareció, muchos cines se sintieron frustrados porque había invertido mucho dinero en la tecnología del vitáfono, el cual ya no valía de nada. Si querían seguir teniendo espectadores, tenían que actualizar el sistema a la nueva tecnología.
Por otro lado, el vitáfono también fracasó con el tiempo porque tenía varios inconvenientes. Por un lado, era difícil distribuir las películas hechas con este sistema porque los distribuidores tenían que asegurarse de que cada película era enviada con su disco.
Aparte de esto, los proyeccionistas tenían que ser experimentados para realizar una buena sincronización. Era difícil editar las películas en vitáfono, y peor era hacerlo con el sonido. Por este motivo los editores y directores prefirieron sistemas más modernos.
